Capítulo 13

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-Ayer tu mamá se encontró a Henry. Recuerdas a Henry, ¿verdad?- decía mi papá con entusiasmo en el teléfono.

-Si, si, recuerdo a Henry- contesté sin importancia esperando que no se notara.

Henry era el único chico de mi misma edad con el que había hablado más de diez minutos, hasta que llegue aquí, claro. Sus padres eran iguales que los míos.

Tenía un rubio muy parecido al de Drake ahora que lo pienso y nunca lo ví sin anteojos.

Hacía más o menos cuatro años que lo ví siquiera.

-Preguntó por ti- siguió con la misma actitud.

Me hacía la estúpida porque ya sabía que mis padres siempre habían querido que tenga una relación (obedeciendo los pretextos de la religión obviamente) con él.

Si, así manejaban mi vida.

-Genial- contesté- La próxima salúdalo por mi- agregué- Y ya me tengo que ir papá, hablamos otro día.

Ambos nos despedimos y corté el teléfono.

Mientras guardaba algunos libros en la mochila, escuché la puerta abrirse.

-¡Ay, mi cabeza!

Bryan se tiró en mi cama boca abajo mientras se quejaba.

-¿Quieres una Aspirina?- pregunté.

-Ya tomé una, pero esto no se irá pronto- contestó con la cara en el colchón.

Ya nos había contado que en su casa haría una fiesta para los de primer año. Él no hacía rituales de iniciación, solo fiestas con demasiado alcohol.

-¿Nos vas a acompañar o te quedas aquí?- le preguntó Carmen.

Él se levantó de la cama con un gruñido y los tres salimos de la habitación.

En todo el camino hasta afuera, mi amigo se puso en el medio de las dos y nos abrazó por el hombro. Estaba tan agotado.

-Señor Peterson...- se escuchó después de unos pasos.

Me tomó varios segundos entender que le estaban hablando a Bryan. Claro, es hermano de Carmen, su apellido no es realmente Kennedy.

Los tres nos dimos vuelta para ver a la directora Simmers. Todo en esa mujer me daba miedo.

-Kennedy- corrigió mi amigo.

-Eso no es lo que dice en su registro- respondió ella- ¿Qué hacía saliendo de la casa Kappa Delta antes de las 9?- agregó con autoridad.

-Umm... Yo solo... acompaño a mi hermana y a mi amiga- respondió él algo nervioso e ido por la resaca.

-Oh... Cierto... La Señorita Peterson y... Pines, ¿verdad?- dijo. Asentí. Que memoria- Desafortunadamente, no puedo hacer excepciones, Señor Peterson. Así que, le daré una advertencia por esto e ignoraré, solo por ser comienzo de año, su aliento a alcohol, ¿quedamos así?

-Si- cedió Bryan.

Ella sacó un tomo de papeles rosas de su bolsillo y le extendió uno a mi amigo después de firmarlo.

-Odiaría tener que quitarle la beca- agregó- Pueden irse... Excepto usted Señorita Pines, ¿viene conmigo?

Bryan sacó su brazo de mi hombro no sin antes apretarlo suavemente. Lo entendí como un "buena suerte" y ambos se fueron.

-Señorita Pines, nunca suelo hacer esto, pero déjeme decirle que usted es una chica maravillosa- empezó con una sonrisa y se largó a caminar mientras la seguía- Viendo su expediente una segunda vez, volví a notar porque le di la beca completa- siguió- Sus calificaciones son impecables, jamás tuvo una amonestación o llamada de atención en la secundaria o primaria, solo tiene buenas reseñas de sus profesores y su ensayo de aceptación fue excelente.

-Gracias- no sabía que decir, así que solo sonreí para que la respuesta no suene tan seca.

-Le digo esto porque confío en que aquí será igual de increíble- dijo- Pero me preocupa sus amistades, debo admitirle- agregó un poco más seria- Es mi trabajo observar a los alumnos y... El Señor Peterson es un gran chico, pero aveces se va un poco del camino. No quiero que eso le pase a usted.

-No pasará nada- aseguré con amabilidad.

-Aunque tampoco es él quien más me preocupa- siguió- El Señor Marxwell es el problema, la he visto hablando mucho con él- mi cuerpo se tensó y me sentí aún más nerviosa- Ese chico no es bueno para usted, créame, la única razón por la que sigue aquí, es por su padre- todo me cayyo como un balde de agua fría- Puedo confiar en usted, ¿verdad?

Ya estábamos en la puerta del edificio principal y yo sentía todo demasiado confuso.

-Por supuesto- respondí.

Ella sonrió.

-Que tenga lindo día, Señorita Pines.

-Igualmente.

La directora se alejó de mí entrando a la universidad.

Casi instantáneamente ví a Drake junto con Jackson y Patrick ¿Qué es tan malo de ellos tres? Pueden ser insoportables y estar con muchas chicas, pero no los veo realmente malos.

Drake levantó la mirada, se cruzó con la mía y sonrió.

Espero que esa sonrisa no sea un problema en el futuro.

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora