Cerré la llamada y me di vuelta para caminar a la oficina, pero un pequeño bultito en el sofá del lobby llamo mi atención. Me acerque lentamente al ver un castaño cabello y una pequeña espalda.
Al llegar al sofá noté que un chico dormía plácidamente...
—¡Pero es que no lo entiendo, Matías!—Exclamé por quinta vez.—Dios. ¿Qué le pasa a ese niño? Solo intento protegerlo y él lo sabe, ¡es como que viviera a cada segundo lanzandole agua a una fogata apagada y de repente llegara alguien con un moflete y la encendiera!—Matías me mira con una sonrisa en el rostro. Idiota.
Ambos tomamos asiento en una banca del parque, acababa de salir de la universidad y le pedí que me acompañe a caminar. Debía despejar mi mente porque juro haber sentido la vena de mi frente exaltarse cuando Louis acepto irse con esos dos... Esos dos! Ugh! ni siquiera se me ocurre un buen insulto para esos dos, ni siquiera me hicieron nada. Fue Louis quien quiso irse con ellos antes que conmigo.
¿No entiende que pueden lastimarlo? ¡Apenas los conoce!
—Lo voy a llamar.—Asentí decidido, pero al momento de sacar el teléfono de mi bolsillo, Matías tomó mi mano.
—No, Niall.—Me arrebató el celular.—No lo harás. Debes dejarlo, desde que soy tu chófer... o amigo, no sé lo que seamos, —Negó rápidamente—Tú no dejas en ningún momento de hablar o de andar detras de Louis. Él es un adulto, Niall. Él solo quiere disfrutar, y el que no le este pasando bien en su casa no quiere decir que se privará de conocer a mas personas que no sean tú, yo o tus amigos. Tiene libre albedrío de ir y venir cuando quiera.
—¡Que es por su bien!—Exclame cruzándome de brazos— Son personas que vio una sola vez, ¡tu no sabes como es Louis! Podrían hacerle algo, Louis es un adulto pero la inocencia reina en él.
—He visto como actúa, Niall. Y no es nada tonto.—Desvío la mirada y rió irónico— Si hasta se ha dado cuenta de cosas de las que tú no.
Puse los ojos en blanco y una sonrisa amenazo con brotar de mis labios.
—Devuélveme mi celular.—Suspiró y me miró.
—Claro.—Se levantó y me lo tendió sonriente—Si me atrapas.
—¡MATÍAS!— Reí y corrí detras de él.
Lo odio.
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Harry:
—Luego entregaron las puntuaciones de los proyectos de ciencias de hace unos días, ¡y saqué un 9.5!—Contó el pequeño emocionado.
—¡Felicidades campeón!—Exclamó Edward.
—¡Lo hiciste muy bien Lou, Felicidades!—Él pequeño se sonrojo por la atención.
