Magia Letal (Segundo Libro ✔️)

Capítulo 19

Vladímir

Estar sentado frente a este fracasado es lo más desesperante que he hecho en mi larga y tediosa vida. Lo que agradezco es que no me ha dirigido la palabra durante estas horas.

— ¿Cómo está la chica? — me cuestiona Derek.

— Todo iba genial hasta que abriste la boca — comento con un tono sumamente seco.

— Era necesario.

— Necesario va a ser tener que coserte la boca si no te callas.

Él suelta una risa burlona, restándole importancia a mi amenaza, la cual va muy en serio. Estoy a punto de reventarle la cara, cuando escucho algunos pasos en bosque, lo que me hace detener. Las pisadas son fuertes, y vienen a diferente ritmo, eso significa que son muchas personas. Debe ser el aquelarre.

Al mismo tiempo, un olor fuerte llega a mí; es un olor bastante intenso, pero no es molesto, es muy placentero olerlo y sé exactamente a quién le pertenece esa alma tan imponente.

La puerta es empujada con una fuerza magnífica, no me molesto ni el voltear a ver quien es.

— Tu cuerpo me pertenece — escuché decir a Joan.

No puse ninguna resistencia ante su poder, así que fui levantado de mi lugar y muy bruscamente pegue mi espalda contra la pared. Estando de frente a Joan.

— Me prometiste que no le harías daño — me dice, tomando el cuello de mi camiseta.

Siento como ella me permite hablar.

— Yo no quería hacerlo — respondí, como si estuviera programado para ello.

Mis músculos se empiezan a sentir comprimidos y mi cabeza palpita de una manera horrenda, sin embargo, al estar bajo el poder de Joan no puedo moverme.

— Joan, suéltalo, por favor — la voz de Renata llega a mis oídos.

La magia y la fuerza de la bruja me abandonan, dejando que el dolor se haga visible en mi rostro.

— Mi niña — Joan va hacia Renata, la cual, me toma del brazo para ayudarme a estar de pie.

— No fue su culpa — Renata le dice.

— Tu sangre está en él.

— Si, eso tiene dos razones — el brazo de ella pasa por mi cintura, deteniéndome con cuidado — Nos atacó un depurador, y Vladímir salió herido, estaba muy débil, así que le di un poco de mi sangre para que nos ayudara a escapar y la segunda vez...

— ¿Lo hizo dos veces?

— Si, la segunda fue por culpa del señor de la casa. Él obligó a Vladímir a hacerme daño para que tú pudieras venir.

La mirada de Joan pasa hacia Derek. Puedo sentir como la sangre de Joan hierve de ira. Como su magia es cada vez más fuerte.

— Golpéalo — pronuncia ella, entre dientes.

Inmediatamente, la mesa que está en medio, es estrellada contra Derek, que por su maldita suerte logra esquivarla, lanzándose al piso. Joan no deja que se levante cuando ya está encima de él, y le da una cachetada, lo que nos dejó a todos en completo silencio.

— No vuelvas a lastimarla — Puedo notar todo su odio en tan solo ver como aprieta sus manos. Estoy seguro de que en estos momentos se está clavando las uñas en la piel.

— Joan — Renata se acerca a ella y la toma de los hombros — No gastes tu energía en él, tienes que hacer algo más importante que matarlo. Por favor, déjalo.