Magia Letal (Segundo Libro ✔️)

Capítulo 9

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Tara.

Entro a la habitación, sin tocar, ya que pues todos ahí adentro están inconscientes todavía gracias al poder de Joan. Me acerco a Raúl el cual se encuentra dormido, con la respiración calmada y esos mechones cubriendo un poco su rostro.

Pongo mi mano en su frente para poder despertarlo. Concentro toda mi energía en él, tratando de romper el hechizo de Joan.

- Tu mente despierta, tu cuerpo vive y tu alma vuele - recito con los ojos cerrados. El hormigueo viaja desde mi pecho hasta la palma de mi mano y aunque pienso que esto será fácil, llaga un momento en el que ese hormigueo se vuele un ardor un poco soportable.

El cuerpo del chico se levanta de golpe, con el sudor por la frente y un poco desconcertado, por lo que decido tomar asiento en la orilla de la cama, tomándolo de la cara.

- Tranquilo - él me mira, calmándose poco a poco - Te desperté.

- Me duele el cuerpo - dice con cortes al hablar para poder tomar un poco de aire.

- Lo sé. Los hechizos de Joan son fuertes para los humanos.

Raúl ríe un poco y toma una mano mía para retirarla de su rostro. Dejándola inmóvil bajo la suya.

- Es raro estar con una bruja.

- ¿Por qué? - esa pregunta estúpida sale de mis labios antes de siquiera pensarla bien.

- No todos los días te despiertan de esa manera.

- ¿Tan dolorosa?

- Exacto.

Una risa tonta se me escapa, pero se va apagando a medida en que veo como Raúl se queda mirando a la chica de cabello azabache que está tumbada en la cama de alado.

- ¿Qué pasa? - inquiero con sutileza.

- Tu líder dijo que iba a sentir algo por ella - Raúl voltea verme, con un rostro más serio - Tal vez ella sepa lo que me paso.

- O tal vez no.

- Necesito saber si ella sabe algo - el chico me toma de la mano y me da un pequeño apretón - Por favor.

Sin estar tan convencida, me acerco a la chica y hago lo mismo que hice con Raúl.

Esta vez suelto un quejido de dolor un poco más fuerte porque el ardor se intensifica más.

- ¿Estás bien? - pregunta con preocupación él.

- Si - me concentro en la chica y en mí - Tu mente despierta, tu cuerpo vive y tu alma vuele - alejo mi mano en un movimiento muy brusco porque siento que me quema la piel.

La chica se levanta alterada, y tan asustada que se pega a la pared con las rodillas al pecho.

- Tranquila - Raúl se acerca a la chica y la toma con mucho cuidado de los brazos. Siendo ese acto lo que la calma - No te lastimaré.

- ¿Dónde estoy? - cuestiona con la mirada fija en el chico.

- Es difícil de explicar - le dice Raúl, riendo un poco.

- ¿Cuál es tu nombre? - le pregunto, acercándome un poco a ella. Pero inmediatamente se aleja haciendo que Raúl la acerque más a él.

- Ella tampoco te lastimará - le asegura.

Ella parece confiar en su palabra y decide contestar mi pregunta.

- No lo sé - responde con desconcierto y casi como si lo hiciera muy a la fuerza, con mirada abajo. Tal como una niña pequeña.