Magia Letal (Segundo Libro ✔️)

Capítulo 1

5/marzo/2022

— ¿Deberíamos hacerle algo? — me pregunta Renata mientras se muerde las uñas.

— Tiene que alimentarse, su cuerpo necesita energía — le respondo con la mirada fija en el cuerpo Joan tumbado en la cama.

— ¿Haremos lo de la prueba?

Asiento lentamente como respuesta — Llama a Lexi y también háblale a Vladímir, lo necesitaremos — le digo a la pelinegra la cual se va rápidamente en busca de nuestro aquelarre.

5 meses lleva acostada nuestra kanssyl, su trabajo ha sido agotador, lo puedo notar en su cabello chino que se va haciendo más opaco con el tiempo al igual que su piel que va perdiendo ese color intenso.

— ¿Están listas? — pregunta Vladímir quién llega a la habitación como si fuera una fiesta.

— Nací lista — comenta Lexi con diversión.

— Vladímir, esto no es un juego. La vida de nuestra kanssyl depende de nosotros — le riño sin sutileza.

—Ya, no empiecen a pelear. Necesitamos alimentarla — Renata me pasa por un lado situándose junto a Joan para acariciarle el cabello con delicadeza, reflejando en su mirada la devoción que le tiene.

— Venga, hagámoslo. Alimentemos a nuestro corazón — dice Vladímir extendiendo las manos a los lados.

Yo tomo la mano de Renata quien agarra la mano de Joan, Lexi toma la mía y ella la de Vladímir formando un círculo siendo cerrado por nuestra kanssyl.

— Al mismo tiempo chicas — habla el moreno cerrando los ojos para concentrarse mejor.

— Nuestra vida que sea la tuya — pronunciamos todos los individuos en la sala, atrayendo un viento que hace mover el fuego de las velas — Que nuestro espíritu te pertenezca, que nuestra energía alimente tu alma.

Las velas se apagan por completo dejando la estancia en completa oscuridad.

Un hormigueo inicia desde mis pies sube por mis piernas siguiendo el camino hasta mi vientre, deteniendo su andar en mi pecho el cual se siente oprimido poco a poco llegando a sacarme pequeños quejidos de dolor.

— Concéntrese, no se suelten niñas — nos dice con dificultad Vladímir.

— Nuestra sangre será tu sangre y que tu muerte sea nuestro fin — seguimos recitando al mismo tiempo.

— Duele... Demasiado — balbucea Lexi, apretando mi mano con mucha fuerza.

— Creo que moriré — hablo entre dientes, siendo el dolor más fuerte que me hace querer romper el agarrar, sin embargo Renata y Lexi me toman más fuerte para que no me suelte.

El cuerpo de Joan recibe las ondas de energía que le estamos dando, volviendo el color de su cabello y piel intenso haciendo que su vestido negro y cabellera se muevan por el viento que corre por la habitación.

— Terminemos esto — nos ordena Vladímir.

— ¡QUE SEA TUYO! — gritamos, logrando emanar la energía necesaria para Joan.

Cuando nos soltamos de las manos caemos al piso sin cuidado y completamente destrozados.

— No volvamos hacer eso — les digo con dificultad.

— Si es por ella, siempre lo haríamos — dice Renata.

Después de un tiempo de estar acostado sin hacer nada, habla Vladímir — Iré por comida, acompáñame Lexi — la castaña se queja un poco, pero no pone ninguna objeción.