Capítulo 13

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Renata

El brazo de Vladímir ejerce fuerza sobre mi cintura, manteniéndome de pie. Pero el dolor de cabeza y el sentirme debilitada es lo que me está afectando más.

— Tranquila, no dejaré que te haga algo — me asegura Vladímir, susurrando y sin apartar la mirada de ese hombre de cabello negro.

Cuando estoy a punto de hablar, él me pasa un brazo por detrás de las piernas, cargándome en sus brazos y tan rápido como hizo eso, el movimiento de mi alrededor se vuele muy brusco y mi visión se vuele borrosa.

Mis ojos se cierran de manera fuerte para evitar marearme más, aunque no ayuda mucho porque aun así siento ganas de vomitar, lo que hace que golpee el pecho de Vladímir para que se detenga. Él sin dudarlo para en seco.

— ¿Estás bien? — me pregunta mientras me baja al suelo, el cual está húmedo, ya que estamos dentro del bosque.

Él está hincado a mi lado, con una mano en mi pierna, y por alguna razón me sostengo de su brazo.

Los mareos se van disipando poco a poco, pero decidí mantener los ojos cerrados porque el solo abrirlos me hace sentir desorientada.

— Renata, necesito que me hables — me pide con urgencia y preocupación.

— Nada más dame un momento, por favor — pero eso no era necesario, porque el dolor de cabeza y el cansancio volvió y más intenso.

Sostengo mi cabeza mientras suelto un jadeo por el dolor.

— Vamos — él intenta pararme, pero el dolor hace que suelte un pequeño grito — Rena...

Al sentir un tirón y no escuchar a Vladímir abro los ojos, forzándome a mejorar mi vista.

El hombre de hace un momento tiene a Vladímir contra un árbol, sin piedad golpea el rostro del moreno y aunque no lo escucho quejarse, me altera el hecho de únicamente ver como lo golpean.

Intento pararme, pero al levantarme un poco vuelvo a caer. El vampiro de alguna forma se quita y con una fuerza sorprendente, arroja al hombre contra el suelo. Ocasionando un enorme orificio en la tierra húmeda.

Los puños de Vladímir bañándose poco a poco de sangre, sus dientes creciendo inhumanamente volviéndose puntiagudos y sus ojos; esos ojos que son de un color hermoso manchándose de un negro intenso, marcando las venas de su rostro que bajan hasta su cuello y que poco a poco se apoderan de sus brazos.

Llega un momento en el que los golpes paran a causa de un golpe en el pecho que el hombre le da a Vladímir. El vampiro choca con un árbol e inmediatamente cae al piso, casi sin fuerzas.

Veo como el hombre toma del cuello a Vladímir y lo levanta.

— ¡VLADÍMIR! — grito su nombre, y con desesperación trato de levantarme, pero en serio no puedo.

Empiezo a llorar por la impotencia, y sin saber que hacer exactamente, pongo mis manos en la tierra.

— Ayuda-ame — tartamudeo en voz baja — Protégeme, crece y libéralo — siento la piel de las palmas de mis manos arder como si estuvieran dentro de fuego.

Ese ardor recorre cada parte de mi piel, y sin poder soportarlo suelto un alarido que hace que me duela la garganta. El dolor de mi piel llega a mi cabeza, no me detengo, no lo hago, aunque el pulsar de mi cabeza me está matando.

Todo debajo de mí comienza a moverse, como si estuviera temblando. Al alzar la mirada puedo notar la rama de árbol saliendo del suelo de manera rápida y que en instantes se dirige hacia el hombre de cabello negro. Este es llevado lejos a causa de la rama.

Magia Letal (Segundo Libro ✔️) Where stories live. Discover now