Capítulo 15

175 31 0
                                    

Renata.

Vladímir se detiene después de haber corrido durante un tiempo bastante considerable. Aunque no muestra ni un gramo de estar cansado, ni siquiera su respiración es agitada.

— Llegamos — me avisa mientras me baja y me deja en el suelo.

Estamos a mitad de la nada. Todo está rodeado por árboles, los cuales hacen perder cualquier camino al ser tan unidos y grandes. Lo único diferente a todo este bosque es esa casita de madera que estamos mirando.

Vladímir avanza a ella sin siquiera esperarme, así que me apresuro a seguirlo por detrás. Antes de que él pueda llamar a la puerta, está es abierta por un hombre alto; de ojos azules vibrantes y cabello rizado.

— Vladímir...— los ojos del señor se abren en sorpresa. Parece ser que hace mucho no lo veía, pero no veo algún sentimiento de alegría en su rostro — ¿Cómo diablos me encontraste, maldito engendro?

Vladímir no hace nada cuando el hombre lo toma por el cuello.

Ahórcalo — dice el señor. Dando un espectáculo de ramas apoderándose de cada extremidad del vampiro, cada una siguiendo el movimiento de la mano del hombre que sigue sin soltarlo.

— Suéltelo — trato de tomar el brazo que ahorca a Vladímir, sin embargo, un movimiento muy rápido de la mano del hombre hace que una rama detenga mi brazo.

— Renata — pronuncia con dificultad a falta de aire — No te metas.

No pongo más fuerza. No hago ningún movimiento brusco, si él no quiere ser salvado, no haré el esfuerzo de hacerlo.

— ¿Cómo sabes donde vivo? — vuele a cuestionarle el hombre.

— Si me dejaras respir-rar, podría contestar — él mira a Vladímir detenidamente. Con las cejas casi unidas por la expresión de furia que refleja su rostro.

Y con un movimiento lento hace que las ramas dejen al vampiro. Ocasionando que este caiga al suelo, lo cual no le afecta, ya que cae de pie. Como si no le hubiera pasado nada.

— Siempre he sabido donde vives. Te seguí hasta aquí cuando te largaste y abandonaste a tu familia — le responde Vladímir. Sonando más como un reproche que como una respuesta.

— Si no te hice daño antes, no voy a dudar en hacerlo ahora — lo amenaza, acercándose muy lenta a Vladímir, el cual es un poco más alto que el hombre, solo un poco.

— Joan te necesita, así que déjate de tonterías — habla entre dientes el moreno.

— Yo no tengo nada que ver con ella, y no me interesa tener algo. No después de lo que te dejo hacer — el hombre mira con asco al vampiro — Eres una basura de ser.

El señor se da la vuelta para dar por terminada la platica, pero Vladímir le dice algo que lo detiene por completo.

— ¿Hacer qué? Porque, que yo sepa tu hijo está muy cómodo y alegre en casa de su madre.

¿Están hablando del hijo de Joan? Pero, ¿No Vladímir lo había matado?

— ¿Qué es lo que dijiste?

— Qué tu hijo está vivo. Yo no lo mate, como a muchos les hice creer.

— Eso no es posible.

— Si tan solo me dejarás explicarte, lo entenderías todo.

El hombre sin voltear a vernos, más bien, a verlo, entra a su casa, dejando la puerta abierta. No sé qué hacer, por lo que miro a Vladímir en busca de algo. Él solamente me mira y seguidamente entra en la morada, teniendo yo que volver a seguirlo.

Magia Letal (Segundo Libro ✔️) Where stories live. Discover now