Capítulo 5 : Soju

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Después de mandar aquel último mensaje, Han Jumin soltó un suspiro cargado de agotamiento. Esa era la primera vez en mucho tiempo que se sentía de esa manera, pero al menos tenía de consuelo que no tenía más que hacer durante esa noche.

Miró las luces de la ciudad desde el enorme ventanal en su sala y sintió repentinamente un suave peso sobre sus piernas.

—Ah... Elizabeth... —sonrío viendo su gatita en su regazo— ¿Te estabas sintiendo sola?

Sus manos acariciaron con cariño el pelaje de su mascota. Aquellos últimos meses se había sentido varias veces al fondo del abismo. Lo cual le recordaba irremediablemente a su ya ausente amigo, Jihyun. Se había prometido a si mismo ser fuerte y continuar con su legado y el de Rika pero ahora todo le parecía tan difícil... tan cansado y tan sinsentido... tan carente de sustancia.

—¡Miau!

Escuchó el maullido de su minina como un consuelo. Entonces Jumin sonrió con melancolía. Mirando a directamente a los azules ojos de Elizabeth.

—Parece ser que eres lo único que me ha quedado de ellos...

En el vacio lugar, tan silencioso que solo se podía escuchar el viento, interrumpió el ruido del *intercom. Le extrañó un poco, ya que no era un hombre que acostumbrara recibir visitas. Se levantó a revisar y este, al ver que se trataba de su padre, abrió de inmediato.

—¿Papá? —dijo extrañado— ¿qué haces aquí?

Su padre al otro lado de la puerta le sonrió anchamente, haciendo desaparecer a sus ojos entre las líneas de su expresión. Él era la única persona que le sonreía siempre de tan cálida manera.

—¿Qué? ¿qué pasa? —respondió el hombre— ¿acaso no puede un padre visitar a su hijo?

Los ojos de Jumin se abrieron muy grande ante tal inusual respuesta. Su padre lo invitaba a comer seguido, pero era extraño que fuese a visitarlo.

—No me refería a eso. Es solo que ya es bastante tarde. —respondió apenado.

—Y tu aún sigues despierto. —replicó su padre, entrando al lugar— He traído algo bueno, ¿te gustaría beberlo conmigo?

El hombre de cabellos canosos balanceo entre sus manos una enorme botella de soju de la más altísima calidad. Eso le pareció todavía más extraño a Jumin, pues su padre nunca bebía soju, sólo vino tinto.

—Por supuesto.

Ambos se sentaron en la barra de la cocina, lugar donde el presidente Han colocó la botella y dos vasos pequeños para soju. Era la primera vez en mucho tiempo que tenían un momento tan casual e íntimo entre ambos. Sin mujeres, empleados o reporteros vigilandolos.

El mayor de los Han procedió entonces a servir el transparente licor.

—Ah, permítame hacerlo padre. —Jumin de inmediato se ofreció a servir.

—No. —se negó el hombre— Hoy yo soy el invitado.

—...

Al escucharlo Jumin extendió su vaso en silencio. Era agradable beber con su padre de esa manera.

—¿Qué ocurre? —cuestionó el peligris, en tono burlón— Pareces muy callado hoy.

—No es nada. —respondió Jumin— Es solo que... es extraño que de repente se le haya ocurrido beber soju.

El presidente rió.

—El soju no combina para nada con nosotros ¿verdad? —el mayor llenó su propio vaso, desbordandolo un poco — pero hoy quise intentar ser como los demás padres y beberlo con mi hijo. 

—¿Es eso así? Han Jumin sonrió suavemente.— Entonces, si me disculpa.

El hijo volcó con rapidez el pequeño vaso apoyándolo sobre sus labios y sintió al alcohol bajar por su garganta. El sabor de ese trago, que era muy fuerte en realidad, más que quemar, le supo sumamente dulce.

Su padre rió de nuevo al verlo.

—Eres bueno bebiendo.

El señor Han se bebió su vaso también, haciendo una leve mueca en el proceso.

—Aprendí de usted, padre.

Y con una expresión perdida, el presidente trató de reír.

—Tengo un buen hijo... —comentó soltando aire de sus pulmones— En realidad he venido a disculparme contigo, Jumin.

—¿Disculparse?

La expresión de Jumin se tornó confusa y un tanto preocupada.

Su padre le sirvió de nuevo.

—Así es. Creo que... he sido un hombre realmente egoísta contigo.

Las cejas de Jumin se fruncieron.

—¿Pero qué está diciendo padre? Usted nunca-

—No trates de defenderme. —lo interrumpió su padre antes de que pudiese objetar algo— Yo mismo conozco mis errores.

Jumin tragó saliva.

—Padre...

—Soy un tipo que se siente solo con facilidad. Y cuando eso pasa, cualquiera esta bien para mí. Es por eso mismo que siempre te has visto rodeado de terribles mujeres... también... sé por todo lo que tuviste que pasar con tu madre...

—Padre, por favor deténgase.

—No. Las cosas son como son. Y creo que es momento de dejar de hacerme el inocente. Perdóname hijo. Por no haber pensado más en tí y haberme hecho la vista gorda con tantas cosas, debió haber sido difícil ¿no es así?

El señor Han colocó su mano sobre la cabeza de su hijo, un gesto que no hacía desde que era un niño. Un gesto que se sintió tan cálido que no pudo evitar abrazar a su papá.




*Notas del autor

Lloren prras :""""c

*intercom: abreviación de Intercomunicador. Es un aparato que va en la puerta. Se usa para verificar quien visita tu casa. (Probablemente lo hayan visto en muchas películas).

Soju: la mayoría ya lo sabe. Licor de arroz. Originario de corea.

🍒 Mi jefe es un poco lindo 🍒 Jumin Han Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα