Contigo y sin ti ［KAISOO］

45.Créme brulée

Seguía sintiendo sus labios resecos por más que los humedeciera con su lengua, un flash de pensamiento sobre unos gruesos labios sobre los suyos paso por su mente y le causo una sonrisa. Pero todo aquello sucedió en menos de un segundo, no podía desconcentrarse, no cuando debía tomar notas sobre cosas importantes, y lo peor era que Kyungsoo no estaba seguro de saber cuáles eran esas cosas importantes para su padre.

De pequeño aquellos viajes habían sido divertidos para él, y aun lo era, en parte, pero por esta vez no quería jugar a ser el asistente de su padre, no en aquellas vacaciones, pero aun así no se atrevió a emitir ninguna clase de quejas al respecto.

Cuando la reunión al fin termino, recogió sus cosas con fingida calma y salió del salón de juntas para esperar a su padre que se había quedado hablando con algunos hombres adentro, todo los que pasaban a su lado se despedían con una amigable sonrisa. Kyungsoo nunca olvidaría que aquellas mismas personas en un principio lo habían visto con malos ojos y desaprobación debido a su juventud, pero un par de buenas aportaciones por su parte lo habían hecho sorprender a todos ganándose algo muy cercano a la simpatía, pero para él seguía siendo insuficiente.

Busco el equilibrio de las hojas y carpetas en un solo antebrazo mientras que con la mano libre hurgo dentro del bolsillo de su pantalón hasta dar con su celular. Un suave desliz de su dedo y desbloqueo la pantalla, automáticamente apareciendo una foto de Jongin, Kyungsoo sonrió y acaricio con su pulgar sobre la pantalla. Jongin lo había obligado a llevarla ahí para que no se olvidara de él, como si eso fuera remotamente posible, y para demostrárselo le había prometido que lo llamaría todos los días, pero la verdad era que desde que Jongin había llegado a esa playa fría donde estaría con el resto de los chicos (y donde quisiera estar él), se le había hecho imposible a Kyungsoo llamarlo por la falta de cobertura en su celular, por lo que su promesa había pasado a manos del moreno, y ahora Kyungsoo era el que debía esperar su llamada, y muchas veces temía que no llegaran... pero al final, siempre lo hacían.

-Soo tienes hambre?- ante la vos de su padre Kyungsoo bloqueo el celular y lo guardo alzando la mirada y asintiendo.

-Un poco.

-Bien, vayamos a comer.

-Bien.

Padre e hijo comenzaron a caminar a la par hasta el ascensor del edificio que los llevaría hacia el auto para ir a algún restaurante conocido, Kyungsoo más o menos se sabía la rutina.

-Me han recomendado un lugar que quiero probar - sonrió su padre mientras el chofer les abría las puertas del auto. Kyungsoo se limito a sonreír y asentir.- Hoy lo hiciste muy bien, te felicito.

-Gracias pa.

-...

-...

-Estas bien?, te siente mal? O es simplemente aburrimiento?

Kyungsoo dejo salir una risita - No nada que ver - se encogió de hombros - Solo ando con los ánimos un poco bajos. - Kyungsoo se mordió el labio, no quería decir algo que advirtiera a su padre que en realidad él no quería estar ahí, su padre siempre fue bueno con él y Kyungsoo sentía que lo mínimo que podía hacer por él era esto y no lo arruinaría.

-Bueno, espero que a donde vamos sea de tu agrado - sonrió su padre, despeinando su cabello en un gesto cariñoso.

...

Kyungsoo no pudo negar que aquel lugar le encanto desde el momento en el que puso un pie sobre el suelo, que no era más que una gruesa capa de vidrio y pastico trasparente donde se podía ver atreves de él un mar de peces de colores.

Tardaron en llegar al restaurante porque estaba a la orilla del mar, a donde quiera que veía encontraba el contraste del marrón de la madera pulida y el azul intensó de las aguas.