12. - Estoy bien ¿cuál es el problema?

1.6K 164 56
                                    

— ¡Juanin! Mi buen amigo.— se acercó con una amplia sonrisa.— ¿cómo va todo?

— ¿Qué necesitan?— Alzó la mirada el más bajo, aunque ellos no podían ver.

— ¿No puedo venir a hablar con uno de mis amigos más íntimos?— Colocó su mano/pata en el hombro del más bajo.

— A lo que viniste Juan Carlos.— Habló serio el oji ámbar mientras apartaba la mano del conejo.

El de rojo solo suspiro frustrado para después ver al peli blanco, el cual no entendía la situación.

— ¿Mañana tienes tiempo de salir? Hay algo que quiero decir... algo importante, supongo.— Aún sin poder verle los ojos al más bajo sintió su mirada, no obstante el conejo desvío la mirada.

— ¡Conmigo también obvio!

— ¡Claro, chicos! No tengo ningún problema, hace mucho no salimos los tres, será muy divertido de seguro.— Se notaba el entusiasmo del peli blanco en su voz. No tenía ni idea...

— Bien, ahm...— carraspeo la garganta para después voltear para salir del lugar.— mañana, saliendo del trabajo, cuidate Juanín.— caminó fuera de ahí, seguido de Tulio corriendo detrás de él.

— Juan Carlos ¿todo bien?

— Al carajo... ¡No, Tulio, no esta todo bien! Solo ahg... Vámonos. — Subió al auto del chimpancé como copiloto, a estas alturas ya no le importaba lo que podrían decir los reporteros.

Durante el caminó hacia al hogar del oji ámbar ninguno dijo nada, a Tulio no le gustaba quedarse callado, mucho menos si era con Bodoque.

— Así que... ¿qué haremos mañana? ¿te parece si probamos los nuevos pasteles de la nueva pastelería? oí que son pasteles muy pasteliricos, suenan bien ¿no? seré bondadoso y pagaré mi parte.— Sonrió tratando de cambiar el ambiente tenso que había.

— Tulio...— Trago saliva al mirar a los ojos al chimpancé, ya que los tenía llorosos, se sentía demasiado vulnerable, no quería que su amigo, quien estaba entusiasmado, se pusiera triste.

Por suerte habían llegado a aquella mansión del Gran Tulio Triviño, rápido bajaron del auto para después entrar a la mansión.
El conejo disponía a irse a su habitación, al menos eso era lo que el chimpancé le decía, pero el mismo chimpancé lo detuvo, no lo dejaría solo después de casi verlo llorar.

— No se que pasa, pero si no quieres decirme...— Tragó saliva, en verdad quería saber que pasaba por la mente de su amigo, tal vez así lo ayudaría, deseaba tanto los momentos en el conejo se sentía él mismo y podía portarse a su gusto y conveniencia.— ...al menos deja me acompañarte en tu miseria.

Tomó al conejo en sus brazos para después caminar hacia la habitación de este, él cual solo se limitó a sacar algunas lágrimas mientras se apegaba al pecho del contrario, odiaba verse así, pero amaba demasiado cuando el oji ámbar lo tenía en sus brazos.

Tal vez paso una hora en la que estuvieron abrazados, el conejo se había separado del más alto en cuanto este se quedó dormido.

¿Cuántas llevaba? Dijo que solo sería una, pero ahora cubría su brazo con aquel vendaje, se sentía estúpido por haber recurrido a eso nuevamente, pero el ardor era adictivo, se sentía mal por tener a su amigo afuera durmiendo, quien se preocupaba por él, y él solo... en un descuido aprovecho para hacer lo que él más alto temía.

Salió del baño y trato de acomodarse en la cama mientras algunas lágrimas lograban escaparse de sus ojos, se daba asco, sintió una mano arriba de él, suspiro para después pegarse más al chimpancé, ya no le importaba nada, se sintió tan cálido que rápido quedó dormido.

(...)

— ¡Hoy será un gran día, te lo aseguro!— Habló el chimpancé mientras conducía al estudio.

— Eso esperemos.— Trató de sonar emocionado, pero era obvio que no lo estaba, temía por lo que podría pasar.

(...)

— Me cansé... Ser realmente hermoso es un trabajo muy cansado Bodoque, debes estar orgulloso al estar junto a mi.— Movía las manos mientras hablaba, iban caminó al estacionamiento, pues su jornada de trabajo había dado fin, ahora iban caminó a la pastelería de la cual habló el oji ámbar.

— Bodoque, recuerda que... todo estará bien, te lo prometo por mi moneda de la suerte.— Sonrió seguro, acción que copio inconcientemente al conejo.

Sin importar el lugar no pudieron evitar quedarse mirando a los ojos, el conejo debía admitir que los ojos del chimpancé eran hipnotizantes, podría verlos por otro rato más, si no hubiera sido por la voz del peli blanco.

— ¿Nos vamos chicos?— Preguntó feliz.

— ¡Claro Juanín!

Subieron al auto del más alto, durante el caminó hablaban de manera animada el peli blanco y el oji ámbar, de vez en cuando se unía el conejo y aunque no se notará, estaba disfrutando lo.

— Este pay de limón se ve bien.— Habló Juanín a la mesera, quien después de eso se fue.

— Bien, ¿no es emocionante? nosotros tres de nuevo ¡como los viejos tiempos!

— Claaaro.— Respondió nervioso, a lo cual Bodoque lo miro con molestia.

— ¿Y que querías decir Bodoque?— Habló con atención mientras jugaba con sus piernas

— Es algo importante... bueno, la cosa es que..

— ¿Estan saliendo? ¡tranquilos! los apoyo, me alegra que tengan la confianza para ser el primero en saberlo, aunque me gustarían más detalles, pero todo a su tiempo supongo.

— ...que

— ¡Nada de eso Juanín! Soy el gran Tulio Triviño, no esperaría verme con Bodoque ¡me gustan las mujeres! ¿por que no entienden eso?— reclamó molesto el chimpancé, para como acto seguido suspirar y caer en cuenta lo que había dicho.— ¡No digo que no seas buen partido o algo así Juan Carlos! S-solo quería aclarar, ya sabes.— Sonrió nervioso, el conejo solo miraba como la muchacha que traía de uno a uno sus pertenecientes platillos.

— No te angusties, Tulio, si lo entendí la primera vez, también la segunda.

— ¡No seas grosero, Tulio!— Regaño él peli blanco mientras miraba con desaprobación al chimpancé, aunque él no lo viera, lo sentía.

— ¡Aún así digo! si fuera gay obviamente me fijaría en ti, porque ¿quien no lo haría? ¡no digo que te encuentre atractivo! aunque lo eres... ¡pero eso no viene al caso! solo, solo, m-me callare.— Apreto sus labios para como acto seguido tomar el tenedor.

El ambiente se tornaba tenso, mientras en la mente del conejo era un caos, ¿Tulio lo encontraba atractivo? ¿si fuera gay se fijaría en él? inconscientemente él conejo sonrió mientras probaba de su platillo.

— Si de pura casualidad algún amigo intentará suicidarse ¿cómo te afectaría?

Oh no.

¿𝙈𝙤𝙩𝙞𝙫𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧? - 𝘛𝘶𝘥𝘰𝘲𝘶𝘦. Where stories live. Discover now