¿𝙈𝙤𝙩𝙞𝙫𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧? - 𝘛𝘶𝘥𝘰𝘲𝘶𝘦.

7.- Puede que este bien

— ¿Por qué estas tan seguro? — Se sentó a un lado del chimpancé, estaba mal, pero sentía alivio, se daba asco.

— Se qué piensas qué soy estúpido y hay veces qué hasta me lo dices en la cara, digo que no entiendo porque trato de ignorarlo, ¿realmente piensas eso? — Jugaba con sus dedos nervioso, trato mucho tiempo de no dejar a flote sus inseguridades ¿por qué justo ahora tenía qué empezar a hablar?.

— Eres mi estúpido favorito. — Habló sin pensar, el silencio apareció durante unos segundos, no obstante el conejo carraspeo intentando aligerar el ambiente.

El chimpancé solo sonrió satisfecho para luego soltar un suspiro. — Estoy cansado de terminar y volver con Cindy, no recuerdo que fue lo que me "enamoró" de ella, solo la veo a veces porque viene a reclamarme, no había encontrado como terminarla, se que es algo demasiado inmaduro, pero simplemente creí que nadie podría amarme como soy y solo tendría a Cindy por el resto de mi vida, me ha reclamado el porque aún no estamos comprometidos.. Sinceramente la idea me aterra. — Sintió un escalofrío al recordar las palabras de la ardilla.

— No sería tan complicado si se lo dices de frente.

— Ya no importa, se acabó, ¿iremos a trabajar?

— ¡Cierto se hace tarde! — Se levantó apurado mientras tomaba una mano jalando al mayor, el contrario solo lo miro con extrañeza. — Me necesito cambiar. — El contrario aún tenía una expresión de confusión. — Y para eso necesito que salgas. — Suspiro frustrado, tenía ganas de insultar a su amigo, con cariño claro.

— ¡Oh si! Te espero abajo para el desayuno. — Su mente por fin captó y salió del cuarto con nerviosismo.

— No creo que esto sea tan malo... — Cerró la puerta para luego ir al baño a hacer lo necesario para empezar el día.

(...)

— ¿Le piensas decir a Juanín? — Miro al conejo esperando una respuesta.

El de rojo solo le tocó con uno de sus dedos la barbilla para que volteara y prestará atención hacia la carretera. — Estas conduciendo Tulio. — Lo regaño con la vista, el más alto sintió la mirada y solo pudo disculparse recibiendo un suspiro como respuesta del conejo. — Tal vez, después de todo es mi amigo y se preocupa, lo he tratado como una mierda.

—  No digas eso, creo que es al que tratas mejor de todos tus conocidos. — Sonrió aún mirando por donde conducía, no quería otro regaño del menor de altura.

— ¿Tu como sabes? — Alzó una ceja curioso.

— ¿Tienes pareja? Nunca me has hablado de nadie, o al menos alguien con que quieras algo serio. — Solto una risilla para luego entrar al estacionamiento del noticiero.

— Estúpido. — Se quejó desviando la mirada. — Pero que mierd-

— ¡Señor Triviño, señor Triviño! — Se acercó un periodista gritando, cosa que le llamó la atención a otros que estaban por ahí, convirtiéndose en una leve multitud.

— ¿Es cierto que terminó con la señorita Miraflores? — Habló otro periodista mientras se acercaba a la cara de este.

— Ah, bueno- — Sintió como era jalado, volteo para divisar por quien era jalado y miro como Bodoque caminaba sin mirar a los reporteros.

— ¿Por que no apareció en la cita de su aniversario?

— ¿Es cierto que terminó a la señorita Miraflores por empezar un romance con el reportero estrella de 31 minutos?

El conejo no se encontraba de buen humor y esos reporteros no ayudaban, al no callarse pensó en decirles algo, pero cualquier cosa que pudiera decir podría perjudicar a Tulio y no quería eso, lo miro con enojo y lo siguió jalando por los pasillos del noticiero mientras algunos reporteros aún seguían haciéndole preguntas completamente estúpidas, o al menos eso decía el conejo.

El conejo y el chimpancé sintieron como eran metidos a una oficina, por la apariencia de esta vieron que era la de Tulio.

— ¿Están bien? — Habló preocupado el albino, el chimpancé asintió mientras el conejo solo se sentaba en uno de los muebles del lugar para soltar un suspiro.

— Los rumores empezaron de nuevo... — Habló Bodoque con cansancio.