¿𝙈𝙤𝙩𝙞𝙫𝙤𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧? - 𝘛𝘶𝘥𝘰𝘲𝘶𝘦.

5. - ¿Un descanso?

Las farolas comenzaban a prenderse, pues el cielo ya daba señales de que pronto saldría la luna, gracias a sus tonalidades azules junto a las nubes de un color oscuro, todo el ruido debido a las personas que pasaban, carros y entre otras cosas, pero por su mente solo pasaba una cosa, ¿que haría ahora? miró de reojo a su amigo que ahora se encontraba dormido, sonrió levemente, era la primera vez que lo veía así de indefenso, tenía planeado que él conejo viviera con él, la idea le emocionaba, a parte de terapia, pensaba en ayudarlo, pasar más tiempo con él, un grito lo saco de sus pensamientos, casi chocaba por no prestar atención al camino, solo sacudió su cabeza para llegar a las puertas de aquella mansión y entrar al ser reconocido por los empleados.

— Parece que tendré que llevarlo...— Abrió la puerta para salir e ir al lado contrario para sacar a su amigo del lugar del copiloto.— ¿Debería despertarlo?...— Mordió levemente su labio inferior ¿y si se molestaba por despertarlo? ¿O por cargarlo? Dudo un poco pero al final intento cargarlo, paso una de sus manos por sus piernas y la otra por su nuca para después intentar alzar lo.

El conejo rojo no pudo evitar moverse, cosa que alarmó al chimpancé, el contrario sintió que era tocado al igual que una respiración cerca, alarmado miro al dueño de eso el cual solo se alejo.— Ah, yo no te quería despertar.— Desvío la mirada, pues sentía sus mejillas arder, ¿por que?.

— Ah.. Si, pensé que iríamos a mi departamento.— Hablo intentando cambiar el tema mientras salía del auto, aún sentía sueño y la idea de volver a abrazar a Tulio lo invadía, apretó una de sus manos intentando descartar la idea, pues era estúpida.

— No te pienso dejar te solo Bodoque, no después de eso, estarás conmigo por un tiempo.— Tocó el hombro del más bajo mientras en su cara tenía una sonrisa.

— Oye.. No creo que sea necesario, no volverá a pasar y...

— ¿Puedes hacer caso por una vez?— Suspiro fastidiado, era obvio que su amigo se negaría, obviamente era algo que lastimaría su orgullo.— ¿No tienes hambre? Yo si en realidad.— Dio la vuelta esperando que el conejo lo siguiera, cosa que hizo, aunque no estaba seguro.

— Solo un poco.— Siguió al más alto sin ningún reproche, al mismo tiempo que caminaba observaba su alrededor, ¿cómo un idiota como Tulio lo tiene todo? Frunció el ceño con cierta molestia, se había vuelto a encerrar en sus pensamientos y no se había percatado en que momento Tulio había empezado a hablar con una empleada.

— Entonces vayan y arreglen una.— Habló con obviedad mientras alzaba una de sus manos.

— Si, señor.— Y así como llegó se fue, sin decir más para arreglar la habitación en la que se quedaría el conejo rojo.

El conejo solo suspiro cansado, el sentimiento de cansancio se apoderaba de nuevo de él, las ganas de solo tirarse al piso eran muy tentadoras, aunque más tentador eran las ganas de abrazar a Tulio, sentir esa calidez y protección de nuevo, su perfume de marca recorrer sus fosas nasales mientras el más grande lo acariciaba, sin poder evitarlo sonrió de manera dulce y por un momento su mente se nublo y solo tenía el pensamiento de acercarse y abrazarlo, lo iba a hacer pero una voz lo hizo salir de su trance.

— ¿Bodoque?-— Carraspeo nervioso al mismo tiempo que evitaba mirar al conejo a los ojos, lo conocía desde hace años y sabía que dar abrazos múltiples durante el día no era su fuerte, cosa que obviamente lo extraño.

— Ah... ¿Vamos a cenar? Muero de hambre.— Imitó la acción del más alto.

— Claro, claro.— Caminó hacia la cocina mientras era seguido por el más bajo, al mismo tiempo pensaba en lo de hace unos segundos, tal vez quería abrazar al aire, si, era lo más lógico.— Bodoque, estaba pensando en que tal vez te iría bien un descanso, un tiempo para que mejores.

— ¿Un descanso? ¿Tulio pensando por alguien más? Hoy me estas sorprendiendo mucho.— Rio de manera burlesca, el más alto solo copió la acción de este. En realidad el conejo temía por lo que pasaría, a veces Tulio le daba miedo.