12

1.1K 133 46
                                    


B. CHRISTOPHER


minho... ¿cómo puedo describir a mi esposo? 

en realidad, se me ocurre un montón de palabras como "único" y "demente" pero a la vez "adorable". min es muy diferente a los demás chicos y eso es muy lindo ante mis ojos. 

el problema es cuando se le va de las manos esa manera de ser único... 

—minho, ¿por qué tenemos que comprarnos cosas de bebes? es el bebé de jeongin, no el tuyo —llevábamos unas cinco horas recorriendo tiendas de maternidad, de juguetes y ropa minúscula. mi esposo creía que los bebés eran juguetes y estaba comprando a masas. 

¿sabían que hay diferentes tipos de cepillos para los biberones? o sea ¿qué mierda? yo pensaba que le podías meter la esponja normal con un tenedor. 

—por qué innie está ocupado con su fiesta y no le ha comprado muchas cosas a mi sobrino o sobrina, no podemos dejar que venga al mundo sin nada —me dijo lanzando otra caja de pañales en mis brazos. 

—amor, pero debes entender que no podemos gastar tanto dinero en un bebé que ni es nuestro, tal vez un regalo o dos están bien, pero creo que estas exagerando —min entonces se frenó de golpe y me miro de esa forma cuando me quiere decir "cállate si quieres seguir siendo hombre" así que lo hice, porque aún tengo mucho que vivir. 

— chris, mira, llevamos un año de casados, jeongin lleva tres, espero entiendas que mi primo ya no tiene tanta libertad como yo. 

no entendí qué quiere decir con eso así que solo guardé silencio, pero entonces minho me tocó la entrepierna de la manera más directa posible y no pude hacer nada porque tenía las manos ocupadas. 

— ¡minho! 

—para que entiendas, cerebro de maní, te daré sexo si dejas de dar lata porque aún no tenemos que preocuparnos por otra cosa ¿captas? —minho siguió mirando la ropa minúscula mientras yo le seguía de cerca. 

no le iba a rechazar sexo, por supuesto, se había vuelto algo normal para ambos y era hermoso, placentero y muy satisfactorio, así que obedecí como un novio mandilón de diecisiete años.

por la noche, ya estaba en nuestra cama viendo su teléfono como era costumbre, pero necesitaba algo más de él, así que yo me acosté al lado suyo y me acerqué mucho hasta que mi entrepierna fuera a chocar con su trasero, pero ni se inmuto y siguió con la vista al celular. 

—min, tú me prometiste algo —empecé a besar su hombro, pero solo se quejó y se removió para que me alejara. 

—christopher, si tenemos sexo le hacemos daño al bebé —casi me atraganto ahí mismo cuando dijo eso. 

—¿qué bebé? 

—yo —oh, este idiota. 

—minho, tú dijiste que aun podíamos esperar —entonces le quité el teléfono de las manos y lo deje en la mesa de noche al lado de nuestra cama, solo para subirme sobre él, pensé que minho por fin me miraría y eso, pero solo desvió la mirada—. ¿qué sucede? ¿te preocupa algo? 

—channie... ¿tú quieres tener hijos conmigo? —su pregunta me cayó como balde de agua fría, ¿qué era eso? me sentí un idiota y no sabía ni porqué, siendo sincero, el día de mi boda no podía ni imaginarme porque no sabía si mi relación fuera a durar—. no ahora, sino que, en algún punto. 

—bien lo dices, no ahora, creo que si llega a ser un bebé no sería lo óptimo vivir en nuestro departamento que es justo para dos, hay mucho que quiero ver y conocer contigo —besé su nariz levemente causándole una sonrisa—. y si en algún punto llega un bebé nuestro, sería lo más lindo que podría pasarme. 

𔓕 crónicas de un espantoso esposo, minchan.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz