08

1.1K 162 78
                                    

B. CHRISTOPHER

regresar a casa fue como una liberación para mí, al menos por el momento.

yo conocía perfectamente a mi esposo y era obvio que no iba a intentar nada sabiendo que sus padres podrían enterarse y con lo conservadores que eran, capaz mandan al pequeño a terapia.

—ah no puedo creer que enserio estemos regresando y no hayamos tenido nada de acción —minho se quejaba en voz alta en su asiento cuando íbamos en el avión. muchos pasajeros podían escuchar y eso ya era vergonzoso, ahora lo que decía ¡dios mío! que alguien lo calle—. esto no se va a quedar así, christopher, yo necesito ser amado de vez en cuando y tú nada de nada, ¿por qué no aflojas? ya vimos que no la tienes chiquita.

me hundí en mi asiento escondiéndome detrás del libro que traje conmigo, en serio que había pasado los momentos más vergonzosos de mi vida por culpa de ese chico.

—ya honnie, por favor baja la voz, la gente puede escuchar —pedí apretando los dientes para que mi voz no fuera más que un susurro.

—¡¿a mí que mierda me importa que me escuchen?! maldita gente sin vida —y así fue hasta que por fin aterrizamos en el aeropuerto de seúl.

mi cuerpo y alma agradecieron estar por fin en casa, regresaría a mi empleo y podría descansar un poco de casa vida de casado que estaba llevando y ya me estaba dejando sin cabello.

—¿papá ha mandado un auto por nosotros, chris? —minho miraba su celular mientras yo iba jalando todas las maletas que llevábamos porque cuando un chico ofreció ayudarnos como era su trabajo, mi "maravilloso" esposo le grito que se había casado con un hombre lo suficientemente fuerte como para hacerlo por sí mismo.

yo solo quería llorar.

—¿en serio? ¿por qué? pensé que podríamos ir a casa a descansar.

—no lo sé, vamos —subimos al auto. la plática del camino fue bastante
normal.

quiero que quede claro que la palabra normal en mi matrimonio es como algo imaginario, como un unicornio. 

no existe.

—¿qué vas a hacer cuando regresemos ya a la rutina? —me preguntó mi esposo.

—bien, pienso volver al trabajo, alguien tiene que mantenernos, ¿no? —acaricié su pierna y honnie solo hizo un puchero que me pareció de lo más adorable.

—estoy casado, pero sigo siendo hermoso, quiero regresar a modelar —minho era modelo, bueno, lo seguía siendo, uno de los más hermosos y es que podía promocionar una fábrica de colchones e iba a tener éxito porque era ridículamente perfecto.

—hazlo, amor —y me miró como si le hubiera contestado en otro idioma.

—¿qué? ¿lo dices en serio? ¿no te molesta?

—¿por qué lo haría?

—bueno, es que por lo regular mis parejas siempre se molestaban y sentían celos de todo mundo.

pobrecillo.

no tenía problemas con los celos, no al menos que fueran obvio ante mí, y es que yo podía molestarme con los hombres que tocan indebidamente a mi honnie , tal como ese plebeyo del barco, pero aun así sabía que mi esposo me escogería una vez más.

—te quiero, channie, así como quiero a mi Louis Vuitton.

—oh dios, te pondré una orden de restricción —él rio y siguió besándome todo el camino.

resulto que para la familia lee cualquier cosa que hiciera el heredero era digno de celebrar, digo, así que el regreso de su luna de miel resulto ser la ocasión perfecta para realizar una buena fiesta, y yo no estaba enterado de eso hasta que llegamos a la mansión y la vimos llena de cada familiar con ese apellido tan importante.

𔓕 crónicas de un espantoso esposo, minchan.Where stories live. Discover now