『Ｗｉｎｇｓ』️ | BTS |

C A P Í T U L O ₂₃

Me ahogo sobre su violento beso, trato de empujarlo es entonces cuando siento que su mano comienza a ejercer presión sobre mi cuello y comienzo a quedar sin respiración, separa sus labios de los míos, me mira directamente a los ojos mientras trato de retirar su mano de mi cuello con desesperación.

sus ojos son oscuros, no tiene ningún brillo humano, ni expresión alguna simplemente lo que trasmiten es odio. esta así por unos segundos hasta q me suelta y es entonces que puedo respirar nuevamente, comienzo a toser con un poco de dolor.. 

—joder solo tu puedes hacer que pierda mis estribos asi.— musita desesperado peinando su cabello hacia atras con violencia.

Espera unos segundos antes de abrir la puerta del vehiculo.

—Vamos entra.—lo observo asustada y hago caso de inmediato antes de que pase algo aun peor.

Este cierra la puerta fuertemente, haciendome saltar y luego camina a paso rapido, al asiento de copiloto observo detalladamente cada cosa que hay adentro, una botella de vodka sobre el porta vasos, alado de este pequeñas bolsitas con pastillas de distintos colores, algunos polvos.

Me da escalofrios y siento mi estomago contraerse, es panico. Park arranca el auto a toda velocidad haciendo que mi cabeza choque contra el asiento, este abre la ventana a su lado y saca su brazo aun se ve tenso e inquieto.

Trato de mantener la calma, mis manos tiemblan, mi corazon late rapido, mucho mas de lo normal.

Siento que algo malo va a ocurrir.

—¿Eres tan leal a taehyung? ¿oh esque te folla mejor que los demas?—hablo de la nada, dejando salir una pequeña risa de sus labios al final.

No digo nada y solo observo la gran carretera que recorremos, hay demaciados arboles, estamos alejados de la ciudad, pienso.

—Sabes que, mejor no digas ni una puta palabra. No quiero saber quien es el favorito de la perra.

—¿Donde vamos?.—Musito bajo, ignorando las palabras de antes.

Dándome cuenta que nos alejamos de la ciudad y estamos en un gran bosque a media noche.

Park mantiene el silencio, observó su gestos corporales mandíbula tensa, ejerce demacrada precio sobre el volante, siento que en cualquier momento chocaremos, mi estómago se contrae.

Los minutos pasan lentos el habiente es tenso y a pesar de que ya llevamos casi cuarenta minutos en el auto hacia un rumbo desconocido estoy nerviosa y mis manos sudan más de lo normal.

Para al doblar y llegar a unas grandes rejas casi camufladas por los grandes árboles de álamo qué rodeaban lo que parecía ser una enorme casa de dos pisos.

Park estaciona el auto frente a la puerta de entrada, baja y cierra la puerta bruscamente para luego caminar a la puerta de copiloto lo más rápido que puede mi respiración se agita cuando lo veo para frente a la puerta alado de mi la habré para jalarme del brazo.

—Muévete.–musita entre dientes tirando de mi hasta llegar a las escaleras arrastrándome sobre estas, golpeando mis rodillas y talones intento levantarme pero tropiezo en cada escalón, me quejo y Park se estresa.—Jodeer, eres tan estúpida para no saber subir una maldita escalera.

Dice antes de que suba el los últimos escalones arrastrándome como una bolsa de papas sin vida, me quejo pero el no tiene compasión.

—Para.. Por fav..–trato de decir algunas palabras pero por los tirones de brazos no lo consigo Park, me arrastra hasta la primera habitación, me empuja sobre el piso, para luego cerrar la puerta tras de el.

—No tienes ni el puto derecho de pedir o suplicar, perra estúpida.– habla sonriendo, sádica mente, se sienta sobre una silla alado de la puerta la cual tiene una pequeña mesa de madera, este pone el pestillo de la puerta y sigue hablando.–Hoy me conocerás realmente, tan solo haz probado un poco de lo que puedo hacerte.

Dice por último sacando una pequeña bolsita de su bolsillo, La cual parece tener una clase de polvo blanco.

Solo observó y trago saliva al ver como abre la bolsa y deja su contenido sobre la mesa para después sacar una tarjeta de su billetera y separar el polvo en pequeña línea, acerca su cara a la mesa y coloca su nariz sobre una línea pasando sobre esta inalandola por completo lo hace con tres líneas más, y luego de levanta  limpiandose lo blanco qué le queda en la nariz pero es en vano sus pupilas se agrandan, parece más despierto que antes y mi corazón retumba en mi pecho.

—Te daría un poco, pero no lo mereces. – hablo sacando desabrochando se cinturón y caminando hacia mi.

Me levanto lo más rápido que puedo a pesar del dolor en mis piernas y tobillos.

—No.. No te atrevas.. Park por favor..—Trato de hablar, por mi mente pasan miles de cosas con ese cinturon y cada una me aterra. Retrocedo lo más que puedo.

—Solo se obediente, no hagas que pierda la cabeza King. –Hablo duro.

Me gire para ver mis alternativas de salida, mi gran error dar las espalda, Park me jala del cabello y pone su cara sobre mi cuello siento su respiración agitada y se me revuelve el estómago derrepente.

—No lo volveré a repetir, no hagas que pierda la CABEZA PERRA!. –Grita lo último tirándome al piso y azotando me con el cinturón, me retuerzo y grito desesperada.

Pega el segundo azote y trato de arrastrame el piso lejos de el pero ejerce más fuerza en los azotes le suplico del dolor, mis lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas, mi espalda arte pero no tengo la fuerza para levantarme, par siegue con los azotes tres, cuatro, cinco, seis veces más, me siento débil, siento algo húmedo sobre mi espalda pero el ardor es insoportable y mis ojos se sienten pesados.

Park se inclina hasta mi dejando el cinturón frente a mi cara.

—No hemos acabado, maldita.—habla para que escuche claro y me agarra del cabello para levantarme trato de soltarme con la poca fuerza que me queda.

—Ya basta.. Por.. Favor. —suplico entre el poco llanto qué puedo soltar.

—¿Para que crees que te tenemos, perra?. —pregunta derrepente llevandome de los pelos hasta un sillón morado de terciopelo y tirándome en la parte lateral de este. —Eres un simple pedazo de saco, con el que podemos hacer y desaser cuando queramos así que querida es tiempo de que te acostumbre, solo eres algo desechable para nosotros, nos da igual o por lo menos para mi si lo que hago te gusta o no. — hablo por último bajando su pantalón y bóxer.

Lloro, y trato de pararlo, pero este me sostiene por la espalda sube mi vestido y entra bruscamente por mi recto, sin piedad..

Grito mientras me desgarra y comienzo a desesperarme, trato de soltarme pero este agarra todo mi cabello y comienza a jalarme hacia el para que pueda entrar completamente su miembro pero no lo logra siento un horrible dolor punzante en recto entierro mis uñas en el sillón pero no puedo soportar el dolor.