C A P Í T U L O ₁₇

329 27 2
                                    

—Es mi turno de castigarte.

Susurra Min, trato de alejarme lo antes posible pero este me toma más fuerte por la cintura.

—Ni se te ocurra moverte, o será peor para ti.

Me quedo pretificada por su voz tan fría, tan ronca.

Se aleja de mi para luego indicarme el extraño sillón, camino hacía el, antes de poder hacer algo este me sienta bruscamente, me quejo pero a este no parece importarle toma una extraña mordaza de dos piezas que se encuentra colgada y camina nuevamente a mí.

—habré la boca.—ordena, hago caso y este pone una parte de la mordaza en mi boca introduciendo una pelota, mis dientes chocan contra esta.—Pon tus dos manos en tu espalda.

Lo hago y este pone entre ella unas extrañas esposas de este mismo, une ambas parte con un genero que recorre mi espalda.

—Si tan solo fueras así de sumisa siempre, no tendría que hacer esto. Pero eres todo lo contrario a eso, lo hace más divertido.

No puedo moverme, este me toma y pone boca abajo sube una parte de la lencería dejando mi trasero expuesto, tengo los ojos puesto en cada uno de ellos observan con una mirada oscura, les brillan los ojos como lobos en la oscuridad absoluta.

Algo golpea mi trasero, me quejo e intento remover pero no puedo al estar atada, intento gritar al sentir un segundo golpe, esta vez es con algo delgado la sensación que me produce  es tan dolorosa que quiero llorar.

—¿Volverás a escapar?.

Pregunta Min y me da un tercer, cuarto, quinto y sexto latigazo mis lagrimas caen y veo como jeon se lame los labios, mientras que taehyung aparta la mirada.

—Mmh.—intento decir algo pero la maldita mordaza me lo impide.

—Joder, no sabes la satisfacción que me da verte sufrir, probablemente estés suplicando que te suelte que te deje ir.—puedo sentir como Min sonríe, como se satisfase con mi sufrimiento.—Pero no te soltare hasta que vea que realmente estas arrepentida y me asegure de que nunca más vuelvas a escapar.

Veinticinco latigazos había tenido que soportar, sentía un horrible ardor para este entonces mi voz estaba descarrada de tanto llorar.

—Ya paso lo peor.—Susurra Min mientras acaricia mi mejilla, me toma por los hombros y me levanta.—Ya termino tu Pequeño castigo.. es hora de que comience nuevamente tu condena.

Habla, esta vez me recuesta en el sillón, al sentir tela sobre mi trasero me comienza nuevamente a arder jadeo.

—¿Adonde debería entrar?..—se pregunta así mismo hasta que Park alza la voz.

—Su culo es mío.— advierte Park, y Min hace una mueca de disgustó.

—Bien, no me queda más remedio.

—Por favor.. no lo hagas Min... te.. te lo suplico.—Ya no puedo más, estoy llorando desconsolada este es mi límite Min no hace ningún gesto ni dice algo lo cual me exaspera.

Escucho como se baja el cierre del pantalón, intento darle una patada y este me detiene se introduce en mi.

—Pensé que ya habrias aprendido de mi castigo.—Da una fuerte estocada.

—¡Basta!.—Grito y me returso sin poder casi moverme .

[...]

Me recuesto sobre la cama de sabanas color negro, tomo una de las almohadas y la abrazo con todas mis fuerzas el trasero me arde ase solo unos momento me e dado una ducha luego de los malditos latigazos que me a dado Min pero aún así me siento sucia, marcada y asqueada mis ojos están hinchados y mi garganta desgarrada mi mente me atormenta y aun me pregunto si yo realmente merezco esto.

Es más que obvio que no podre jamas escapar de estas bestias, de estos malditos demonios que probablemente me atormentaran hasta que no pueda más.

—¿En que piensas?.

Me sobresalto al escuchar su voz me levanto lo más rápido que puedo, y nuevamente siento un horrible dolor en mi parte baja al hacer contacto con la cama, me quejo.

—¿No te han dado nada?.— Pregunta taehyung con una voz suave, pero expresión casi neutra, no caería jamas en ese maldito truco.

—¿Que quieres?¿Castigarme? O bienes simplemente a burlarte de mi y mi maldita desgracia.

Digo casi furiosa realmente no se que es lo que siento ahora tal vez es asco, ira, o tristeza. Tal vez todas.

Este se levanta en intenta acercarse a mí pero no lo dejo estar ni a un metro de distancia y me muevo.

—Ven.—me ordena me niego.—Es una orden.— advierte cabreado, esta vez me acercó no quiero recibir otro maldito castigo.

—recuestate boca abajo.—me ordena y dudo.— no are nada que tu no quieras ¿vale? Solo vere las heridas y ya.

Me niego pero me cuerpo le hace caso y me recuesto boca abajo este saca de la mesita de noche un recipiente, levanta la bata justo donde cubre mi trasero.

—Respira ondo, te aplicaré una crema.—dice este pero lo detengo.—No te asustes es para que las heridas sanen y también servirá de anestesia para que no te duela demasiado. solo arderá un poco al aplicarlo.

Suspiro y me pongo nuevamente en la misma postura boca abajo, tomo aire y Kim comienza a aplicar crema sobre mi zona, me arde como el mismo infierno me retengo a hacer algún ruido, en unos segundos la irritacion se hace menor 《¿por que me ayuda?》me pregunto mientras luego de unos minutos este para de ponerme crema.

—No vuelvas a buscarte problemas, si sigues así tus castigos serán aun peor.

—¿Peor?.—Hablo sarcastica.—Nada podría ser aun peor que ser su maldita esclava..

—Trata de relajarte, lo necesitas.—ignora lo que digo, y habla algo ¿amable?—Duerme un poco, te sentirás mejor.

Dice por último, para luego retirarse de la habitación, es la primera vez que uno de ellos me trata de esta forma, nunca me lo espero y jamas me lo hubiera imaginado de alguno de ellos.

『Wings』️ | BTS |Onde histórias criam vida. Descubra agora