Giro Inesperado ~✨ Kookmin ✨

11

-Mami, tengo miedo 

Exclamó con una expresión de dolor y angustia el pequeño niño de 4 años. Su madre lo observaba con lagrimas en sus preciosos ojos ámbar. Lo tomó en brazos y corrió junto a el hacia la habitación principal de aquella gran mansión, al llegar, dejó al pequeño niño dentro del gran armario, debajo de uno de los estantes y habló con cautela;

-Bebé, por favor haz silencio. Mamá irá a ayudar a tu padre, no salgas de aquí ¿De acuerdo? -dijo mientras besaba la frente de su único hijo, en el lugar se oían estruendos, golpes y gritos. El pequeño identificaba la voz de su padre, quien pedía que dejaran en paz a su familia. - No salgas, incluso si mamá no vuelve cariño, quiero te quedes aquí.

-lo prometo, Mami. -su voz temblorosa logró angustiar aún mas a la mujer, quien sabia que probablemente nunca volvería a ver a su pequeño niño. 

Los minutos pasaron, Jungkook cerró sus pequeños ojitos y se abrazó a si mismo. Esperando que todo fuera una pesadilla, que su madre le dijera que todo estaba bien y volviera por él. Pero aunque imploró con todas sus fuerzas, oyó disparos y la voz de aquellos hombres malos ingresar a la habitación donde él estaba resguardándose. 

Sintió terror, quería que su madre lo abrazara.

-¿Donde escondió al mocoso? - oyó decir a uno de los hombres. - Esa maldita perra

-No importa, salgamos de aquí ahora. El señor Park nos ha dicho que no tenemos mucho tiempo.

-Bien, de todas formas no sobrevivirá solo -respondió  con burla - Vámonos. 

Cuando todo estuvo en calma, y esas horribles personas habían desaparecido, el niño salió cuidadosamente de su escondite. Aun con lagrimas en los ojos, comenzó a buscar a sus padres con desesperación.

-¡Mamá! ¡Papá! 

Era una escena desgarradora, el pequeño niño lloraba junto al cuerpo de sus padres, tocaba suavemente la piel ya fría de su madre e imploraba al mundo que la trajeran devuelta.

Despertó con sudor frio recorriendo su piel, Jimin lo observaba con ligera preocupación en sus ojos. Solo fue una pesadilla, se recordó a si mismo, el rubio se encontraba a su lado con un paño en su mano. 

-Tenias fiebre, ¿Te encuentras bien? -preguntó con cautela el menor. Él asintió a su duda, mientras hacia el esfuerzo por levantarse de la cama. Al ver sus acciones, el rubio inmediatamente lo detuvo. -No te esfuerces, creo que estas algo enfermo. ¿Debería llamar al doctor? 

-No es necesario, estoy bien. Solo es cansancio. -Respondió soltando un suspiro, mientras nuevamente se levantaba y esta vez, caminó con tranquilidad hacia su cuarto de baño.

-No creo que tengas fiebre solo por el cansancio, y si ese es el caso, entonces deberías seguir descansando un poco más. -comentó el menor, observando las acciones del mas alto. 

-¿Donde está MinSeo? -Cambió radicalmente el tema el pelinegro, quien ya había salido nuevamente hacia donde Jimin se encontraba.

-Dormida, esta aprovechando que es domingo para holgazanear. -Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.