Los rayos de sol golpearon suavemente en su rostro aquella mañana, Jimin despertó gracias a la luz que se filtraba por las cortinas de su habitación. Observó con pereza la hora en su reloj sobre la pequeña mesita que se encontraba junto a la cama y se levantó rápidamente al notar que ya era casi el mediodía.
-Jungkook va a matarme - Expresó con preocupación, ya que seguramente el mayor ya se encontraría en la empresa, además que llegaría tarde con MinSeo a la escuela.
Se vistió con la mayor rapidez posible y caminó rumbo a la habitación de MinMin para ayudarla a alistarse. Al entrar, se extrañó de no verla allí. Comenzó a buscarla apresuradamente por todo el lugar, hasta que escuchó unas voces conocidas en la entrada de la mansión y fue hasta allí.
Recordó entonces que el día de hoy era Sábado, por lo tanto no tendría que trabajar ni llevar a MinSeo a la escuela, eso explicaba que su hija no se encontrara en su cuarto y que su alarma no sonara a primera hora.
-¡Papá! - MinSeo corrió a los brazos de su padre, quien la levantó en un fuerte abrazo- El señor Unguk y yo compramos el almuerzo, ¿Adivina qué? en el parque había un pequeño perrito, era tan bonito - Exclamó con alegría la pequeña, mientras Jimin la tenia en sus brazos y escuchaba con atención las travesías de su hija con una sonrisa en sus labios.
-¿De verdad, cariño? -Preguntó con ternura el rubio.
-¡Si! y el señor Unguk dijo que podía tener uno también.
La pequeña señaló con complicidad al pelinegro, quien observaba a ambos con una expresión neutra. aunque por dentro, le parecía graciosas y tiernas las interacciones de esos dos.
Jimin volteó extrañado hacia el mayor, no creía que Jungkook le permitiera tener una mascota a su pequeña. A el le gustaba el orden, el silencio y un cachorro significaba todo lo contrario.
-¿Eso es cierto? - preguntó ahora hacia el más alto, quien aun sin expresión asintió a su pregunta.
-Le dije que podía tenerlo si se hacia responsable de el, tendrá que alimentarlo y cuidarlo, además tendrá que limpiar lo que el cachorro ensucie - Explicó el pelinegro, observando con algo de diversión en sus ojos a la menor.
-¡Claro, yo cuidaré de el! - Dijo rápidamente MinSeo, mientras se bajaba de los brazos de su padre y comenzaba a correr hacia su habitación emocionada por ir a buscar a su nueva mascota más tarde.
Jimin finalmente comenzó a reír al ver a su hija tan alegre por ello
-Sabes que ella no hará todo eso, ¿verdad? -Dijo con diversión, observando a Jeon.
-Lo sé - Exclamó el mayor, con una pequeña sonrisa asomando en su rostro. - De todas formas pensaba contratar a alguien para hacerlo.
-¿Que?
-Ya no tienes que cargar con todo, Jimin. Contrataré personal para que se encarguen de la limpieza y lo demás. Puedes ser solo mi secretario y descansar un poco -Comentó con seriedad nuevamente, mientras comenzaba a caminar hacia la cocina de la mansión.
-Yo puedo hacerlo -mencionó el rubio mientras lo seguía al contrario.
A decir verdad, Jungkook era malditamente bipolar. Había tratado a Jimin como un esclavo desde que el y MinSeo llegaron allí, sin embargo los días pasaban y se sentía culpable de ver al menor terminar el día completamente agotado, tanto que a veces ni siquiera pasaba tiempo con su hija por lo cansado que estaba.
No iba a aceptarlo en voz alta, pero había días donde sentía una ligera preocupación por el mas bajo.
-MinSeo mencionó que quería pasar mas tiempo contigo, deja que alguien mas se encargue de los quehaceres aquí y pasa tiempo con tu hija.
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Giro Inesperado ~✨ Kookmin ✨
FanfictionPark Jimin era la persona más arrogante que podrías haber conocido, Millonario y sin respeto por nadie. Pasaba su vida como si fuera un príncipe, hasta que una hermosa bebe cae entre sus brazos, y conoce a Jeon Jungkook. El rey de la mafia. Y enton...
