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Al día siguiente Jungkook estaba más meloso que de costumbre. Envió su mensaje de buenos días rutinario pero también varios mensajitos cursis a lo largo de la mañana y la tarde. Jimin no quería pensar que tuviera que ver con la llegada de Jackson.

—No te da la sensación de que debimos ir a la universidad con ellos? — bromeó Seo Joon sacando de sus pensamientos.

—¿Qué?

Dejó el celular de lado tras enviar un corazoncito a Jungkook.

—Los chicos de ayer: Dan, Yoose y los otros, se me hicieron muy amigables.

Seo Joon estaba tirado en su cama mirando el techo, con un libro abierto sobre la barriga y el lápiz puesto como bigote.

—Si, estuve muy a gusto con ellos.

—¡Qué mal que estudien tan lejos! aunque me han dicho que podemos ir a verlos cuando queramos.

—Pues deberíamos tomarles la palabra, así también vería más a Jackson. ¡Por cierto! Esta tarde he quedado con él antes de la fiesta, iremos juntos en taxi supongo, lo digo para que no me esperes. Ya nos veremos en el local.

—Ok. Yo me iré con Yoongi, supongo que eso significa que Jungkook nos llevará... ah, no quiero estudiar nada hoy.

Jimin se rió, a él tampoco le apetecía pero debía adelantar algunas tareas antes de salir.

*

A media tarde, Jackson y Jimin se vieron en una cafetería.

Jackson llegó diez minutos antes pero no se sorprendió de encontrar que Jimin ya estaba allí esperando por él, como siempre había hecho.

"Siempre es el primero" pensó con alivio de que no todo había cambiado.

Aunque sí podía notar un matiz nuevo; un cambio en él que no sabía bien qué era pero no era madurez.

También se sorprendió porque esperaba algún "teatro" algo como ver allí a Jungkook custodiando como un león. Al menos la noche anterior podía notar su sangre caliente y sus ganas de morderlo.

"Pero no es más que un gato"

Él había cuidado de Jimin por años, si, tal vez desde fuera no se veía así porque él no era gritón ni llamativo pero se había esforzado mucho por protegerlo del mundo que le rodeaba.

Así que ahora que lo soltaba en la peligrosa realidad lo único que no quería era que le hicieran daño. Y algo dentro de él le decía que ese gato callejero en celo se lo iba a hacer.

"Eso si no se lo ha hecho ya..." se dijo. "Ah, Jimin, has venido a juntarse con el peor..." se dijo y se acercó hasta donde estaba sentado el más bajo.

Este le recibió con su sempiterna sonrisa. Que gratificante era saber que su sonrisa tampoco había cambiado.

Tras charlar vagamente sobre sus estudios y sus familias: "que diferente del instituto" "que nuevo todo" "mis padres bien, gracias" la conversación fue a parar al tema que era a todas luces ineludible.

Y ese tema tenía nombre y apellido: Jeon Jungkook.

—Me alegro de que por fin le hayas dicho a tu madre que te gustan los hombres, Jimin. Ha sido muy maduro — dijo, utilizando de nuevo la forma más suspicaz de sacar el tema.

—¡No! No le he dicho nada, llevé a Jungkook como un amigo y nada más.

—¿Y a él no le molesta?

—No, él nunca se enfada conmigo. casi nunca. Es muy bueno ¿No crees?

Jackson nunca había sido de los que se muerden la lengua, él decía lo que pensaba aunque eso no siempre fuera bueno.

Alone between Wolfs [Kookmin]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz