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Eran las once de la mañana de un día laborable así que las calles estaban casi vacías. Si bien había negocios abiertos y personas con sus quehaceres, no era ni la mitad, joder, ni un uno por ciento de la locura que se vivia cualquier mañana normal en la ciudad donde él se había criado.

Jungkook paseaba junto a Jimin admirando cada detalle de cada rincón de cada calle de aquel sitio, imaginando a un pequeño Jimin creciendo despacio y despreocupado ahí, con la tranquilidad que se respiraba en ese rincón del mundo donde el más bajito había nacido.

—Es bonito el sitio ¿Vamos a ir donde ha dicho tu madre? — se giró a mirarle al ver que no respondía.— ¿Te pasa algo?

—Estaba pensando en lo de hace rato... ¿Una chica? — dijo sonrojado.— ¿No podías inventar otra cosa? Luego me preguntará a todas horas.

Jungkook rio.— Perdón ¿Ya le has dicho sobre los chicos?

—¿Qué? — bajo la voz.— ¿Que me gustan los chicos? No, no hablo nada de eso con ella.

—Tranquilo, entonces luego yo le contaré la verdad.

—¡No! — gritó y luego se relajó al ver la sonrisa del más alto.— Pero... entonces, ¿te quedaras?

—Supongo que, como has dicho, tu madre ya ha decidido. Además, quiero ver ese rincón junto al río que mencioné antes.

Ambos se miraron, demasiado cobardes para decir: quédate y quiero quedarme, pero con las mismas ganas ambos.

Así, pasaron primero por la tienda por lo que le había encargado su madre y después fueron hasta el río dando un paseo. No estaba muy lejos pero se sentaron en el césped al llegar, para ver el paisaje un rato aunque no era tan bonito como esperaba.

Por un momento, Jungkook sintió una ganas tremendas de pasar un día enseñando Seoul a Jimin y su madre, ahí si que iba a alucinar ella.

"Aunque antes de ganarse a la suegra debería ganarlo a él..." pensó mirándolo de reojo.

—Oye, Jungkook... — le llamó Jimin mirado el río.

El sol pegaba de pleno y brillaba casi cegador. Jungkook tembló y no solo porque hacía frío para estar allí, sino porque eso sonaba tanto al inicio de "conversación pendiente" y vaya que ellos tenían varias.

—Si había mermelada — soltó y luego lo miró.— Era... bueno, eso no importa. Lo que quiero decir es: perdóname por todo.

—No tienes que...

—Si — le interrumpió.— Hay muchos puntos que explicar. No se que pasó esa noche porque no te dio la gana de explicármelo en su momento e ignorarnos por semanas sólo lo empeoró todo. Llegué a pensar que sólo querías algo superficial conmigo, pero me has demostrado... es decir, creo que... te importo. Aunque te enfades conmigo o te parezca que soy idiota, aún así te preocupas por este idiota.

Se calló unos segundos porque pasó un corredor junto a ellos. con la vista ambos le vieron alejarse.

—No me creo que rompieras conmigo sólo porque bebí mucho esa noche, así que por favor dime qué pasó.

Jungkook había deseado esa conversación por semanas, quería oír esas palabras de Jimin y le reconfortaba. Aunque ahora debía explicar su parte y no tenía las ideas tan ordenadas como él, sus sentimientos implican rabia e impotencia.

—Lo primero es que no rompí contigo.

Jimin bajó la mirada.

—Ya lo sé, no eramos novios. Sólo... era una forma de hablar...

Alone between Wolfs [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora