Cuando conocí a Olivia, la odié los primeros entrenamientos que tuvimos juntos, la quería asesinar literalmente, pero luego la fui conociendo y en mi interior agradecí la paciencia que tenía conmigo, poca, pero la tenía.

Y realmente no sé si sienta algo por ella, llevo sintiendo tanto rencor que es extraño sentir algo diferente, sobretodo cuando la encontré en la cafetería y supe que era su novia, algo nuevo se empezó a apoderar de mí y solo supe reaccionar de una manera, haciéndole daño a Murray.

—¡Ya duérmete! —Jodie me lanzó un cojín.

—¿Qué haces tú aquí? ¡Tienes tú habitación! —le tiré el cojín de antes.

—¡Ash! Tarado —se levantó de la cama y cerró la puerta de un golpe.

Cerré los ojos y toqué la herida que me habían dejado los colmillos de Olivia.

Fue tan amable conmigo y hasta me la vendó y yo lo único que hice fue gritarle que se aleje de mí, cuando lo que quiero es exactamente lo contrario.

Pero, trataré de que sea diferente, mañana a primera hora iré a pedirle disculpas y realmente espero que no se me salga alguna grosería.

Olivia

Rasqué mi oreja por milésima vez. Llevaba horas picándome y no me dejaba dormir.

¿Quién es que habla tanto de mí? Me levanté frustrada y me dirigí al baño, necesitaba una ducha fresca.

¡Estoy bien así!

Suficiente tengo con que casi muera desangrado por tu culpa.

Las palabras de Jeremy resonaron en mi cabeza otra vez, sigo enfada con él, solo quería ayudarlo después de que me ofreció su sangre y lo único que obtengo son gritos de su parte. Quién le manda a emborracharse y ofrecer sus sangre como que si fuera droga.

Unos golpecitos en la puerta me distrajeron.

—Olivia! ¡Se hace tarde para la primera prueba! —avisó Arianna, mi compañera de cuarto, desde afuera del baño.

—¡Gracias, ahora salgo! —respondí.

Salí de la ducha y me vestí con el uniforme de entrenamiento.

Abrí la puerta del baño y casi me resbalo del susto al ver a Jeremy sentado en mi cama.

—Hola —soltó mirándome.

Bajé la vista al suelo —Hola.

—Vine a disculparme por lo que te dije ayer —puse mis cosas de aseo en el buró y cogí mis botas.

—Te dije que estoy bien —dije sin mirarlo y me senté a su lado tratando de ponerme una de las botas.

—Sé que no es así —susurró poniendo una mano encima de mi cabello.

Lo miré extrañada como por diez segundos, Jeremy Collins, hablamos del chico problemas, ¿Me está sobando el cabello?.

—Prefiero que no hagas eso —alejé un poco mi cabeza de su mano —Es raro.

Él abrió los ojos y me dejó de ver.

—Lo siento, ya me voy —terminé de ponerme mi bota y comencé con la otra.

—Gracias por venir y disculparte, estoy bien de todas formas —le sonreí cuando volteó a verme.

—Sí... —se revolvió el cabello —No te demores, es tarde —asentí y me puse bien la bota, él salió del cuarto y cerró la puerta.

Night Of Blood © (Un encuentro con el pasado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora