Lo más importante

Start from the beginning
                                    

—A estas aturas, Hilmar ya debe estar en la ciudad de los lobos, ¿cierto? —le preguntó a Nalbrek mientras acababan de cenar.

—Si lo han aceptado, sí —contestó—. ¿El humano?

—No está muy feliz con esto, pero parece que se ha resignado. Lo único malo es que ahora debo ir a verlo a pesar del frío —se lamentó—. No hago más que ir de una cabaña a otra. Si tan solo Sarnat me dejase alejarme del pueblo para cazar...

—Sarnat está preocupado porque dejaste el tratamiento a medias.

—Pero es que necesito cazar. ¿Cómo voy a conseguir carne si no lo hago?

—No nos vamos a separar.

—Claro, claro —asintió poniendo los ojos en blanco. Se sentía como si hubiesen regresado a la época antes de que se convirtiesen en pareja. Se estiró golpeándose la espalda.

—Ya te dije que podías usar la cama —le recordó Nalbrek al verlo.

—Y yo ya te dije que eso está fuera de toda discusión —le recordó sentándose frente al fuego y avivándolo distraído—. La única razón por la que estoy aquí es porque es una parte necesaria para nuestra ruptura.

—Yo no quiero romper.

—Lo sé. Hablemos —le dijo golpeando a su lado al sentir que podía mantener la calma y Nalbrek se sentó—. Tú no eres capaz de entender por qué decidí romper por dejarme atrás, ¿cierto?

—No es que no pueda entenderlo, pero creo que es demasiado exagerado.

—Nalbrek, yo soy un cazador y tú te negaste a aceptarme como tal, a aceptar lo que soy. No se puede estar con alguien que no acepta tu naturaleza. Al menos yo no puedo.

—Yo sí acepto lo que eres.

—No, no lo haces. Me dijiste que me quedará aquí solo porque me marcaste, pero no soy un herbívoro, soy un cazador, como tú. Y, como le dije a Baem, entendería que, como lobo, tu instinto te impidiese que fuese con otro grupo, sobre todo después de que fuese secuestrado por los humanos hace tan poco. Incluso hubiese entendido que tuviese que quedarme aquí si hubiese existido alguna posibilidad de ataque para proteger a los que se quedaban atrás. Pero no era ninguna de las dos cosas. Tú me dejaste atrás porque no eres capaz de verme como a un igual y yo no puedo ser compañero de alguien así.

—Yo te veo como un igual —le aseguró—. Tan solo...

—¿Tan solo? —lo azuzó cuando se detuvo.

—No lo entenderías —murmuró.

—Por eso estamos hablando, Nalbrek. Yo estoy siendo sincero, así que te agradecería lo mismo o esto no funcionará. ¿Por qué no querías que fuese?

—No podía permitir que fueses a enfrentarte a los humanos —le explicó.

—¿Ni estando contigo?

— No podía llevarte conmigo.

—Porque piensas que no podré luchar junto a ti.

—No, sé que puedes defenderte. Te he visto pelear.

—¿Entonces?

—Me... hubieses retrasado.

—Nalbrek —le pidió intentando no molestarse.

—No es una excusa, de verdad que no lo es —le aseguró.

—Nalbrek, hemos corrido juntos y soy capaz de llevarte el ritmo. No me hubieses dejado atrás —le advirtió empezando a molestarse.

Cambiantes Libro II. Vínculo.Where stories live. Discover now