Viesins ; KookTae

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⠀—Jimin, estoy perdiendo tiempo. No sé si recuerdes a Yoongi.

⠀—La verdad es que nunca en mi vida lo he visto — mis labios se entreabieron al tener la necesidad de soltar algunas palabras, pero me permití guardarlas, limitandome a observar a Jimin en silencio —. Pero me gustaría verlo.

⠀El cachorro no emitió sonido alguno al ser sostenido con un poco de brusquedad por los brazos del de hebras oscuras, quién me miró inquieto al no saber la posición en la que debía mantener al bebé.

⠀—Coloca tu mano derecha en la parte de su espalda y la izquierda más abajo — Indiqué, colocando sus manos en el lugar mientras lo mencionaba —. No dejes que caiga. Por favor.

⠀—Le estoy tocando el trasero.

⠀—Sube al auto, desconocido — Caminé hasta abrir la puerta contraria para él, otorgandole una mirada a todo nuestro alrededor.

⠀Yoongi no había dejado al cachorro ahí, ¿verdad?

⠀Mi corazón se aceleró ante la sola idea, que representaba todavía más caos y complicaciones, esto en cuanto al sentimiento de no tenerlo a mi lado y el tener desconocimiento total de lo que pasaba por su mente sobre mí en esta situación.

⠀Yoongi jamás haría eso.

⠀¿Entonces quién había dejado al cachorro?, más importante aún, ¿quién le había quitado el cachorro a Yoongi y dónde estaba él ahora?

⠀¿Estaba bien?

⠀—Tierra llamando a Jungkook, ¿vas a entrar o coloco al bebé en el piso y conduzco mientras rezo para no chocar?

⠀Parpadee ante sus palabras, mi mirada alejándose del punto inespecífico que había elegido para pensar de más.

⠀—¿Crees que esté bien? — Indagué, el abatimiento que me otorgaba aquella pregunta siendo más grande que la vergüenza del mostrarme asustado e inquieto frente al pelinegro.

⠀—Seguramente — Respondió, no pasando ni un segundo —. Yo creo que sí.

⠀Asentí sin pronunciar nada más, ingresando al auto después de mirar el exterior por última vez.

⠀—Probemos darle agua — Murmuré al observar el pequeño puchero que comenzaba a instalarse en los labios del cachorro. Cerré el cinturón, mi mirada centrándose ahora en las llaves que estaban colocadas. Mi ceño se frunció, entonces llamé —. Jimin

⠀—¿Cómo le doy agua?, lo puedo matar, lo juro. No sé de cachorros.

⠀—Dejaste las llaves adentro — Indiqué, señalando las mismas con el dedo índice.

⠀—Oye, yo no fuí el que salió corriendo de la nada.

⠀—No te estoy recriminado — Paré sus conclusiones —. Me refiero a que el auto estaba solo, sin seguro, con las llaves adentro.

⠀El pelinegro boqueó algunos segundos, para después asentir comprendiendo mis palabras.

⠀—¿No es muy raro? — Asentí —. Fue el chico.