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Con toda la fuerza que pudo, empujó a Nam y se alejó de la pared, viéndolo con seriedad.
Apunto de que ambos se besaran, una señal de alerta vino a su mente. ¿Cómo podría meterse con Nam, el matón que prácticamente ha acosado a estudiantes sin piedad?
Hace algunos días se enteró que incluso se atrevió a quitarle las prendas de encima a Eunji, dejándola expuesta.
Y estaba segura que hizo lo mismo aquella mañana en que lo vio ir con su estúpido grupo llevando a Eunji a la fuerza, no necesitaba comprobarlo.
Ella llegó al salón con la ropa desaliñada.
No era alguien bueno en absoluto, tenía que estar desquiciada para querer creer en él y aceptar besarlo sin problema alguno.
—Dije que te alejaras. —musitó viendo al suelo.
Nam la vio fastidiado.
—Y yo claramente te ignoré porque no quise hacerlo —volviendo a acercarse a ella, esta vez Hyejoon logró correr del otro lado de la habitación. —. ¿Qué carajo haces?
—Por favor, no vuelvas a tocarme. —pidió.
Por más que le haya gustado como nunca, no debería permitirlo.
Esbozó una sonrisa de lado y miró a la más baja con burla.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo? No muerdo. —nuevamente, caminó hacia ella y apunto de que huyera, la tomó del brazo con fuerza y la estampó contra la pared.
Su mano fue hacia su cuello y la miró con frialdad.
—Gwi Nam, por favor. —titubeó.
—Claramente estabas disfrutando lo que hacía, ¿qué mierda te hizo volver a tu puta actitud en mi contra? —su mano aplicaba más presión en su cuello que se le dificultaba respirar un poco.
—Nam... —Hyejoon trataba de zafarse de su agarre pero era demasiado fuerte.
—Quiero que me digas a la maldita cara por qué mierda actúas así conmigo. —exigió.
¿Y cómo rayos pensaba que le contestaría si la estaba asfixiando? Tenía que soltarla.
—No puedo... hablar. —le indicó y rodando los ojos, la soltó y al instante comenzó a toser.
—Contesta ahora.
Hyejoon alzó la vista y frunció el ceño mientras respiraba acelerada.
—¿CÓMO MIERDA ME PREGUNTAS LA RAZÓN DEL CÓMO ACTÚO CONTIGO? —le gritó. —¡Eres un imbécil! ¿Acaso no ves lo que eres? ¡Te odio por eso!
Con una expresión de sorpresa por la forma en que le habló, ésta fue cambiada por una llena de incredulidad.
