Bella feminidad

569 12 1
                                    

AVISO IMPORTANTE
*Este capítulo contiene demasiadas escenas sexuales tanto heterosexuales como lésbicas, parte de ellas no consentidas.
—————————————————

El autobús tenía más de media hora de atraso.

Oliver ya se había comprado una revista para ese punto, sabía que era arriesgado solicitarle a su maestro un poco de apoyo, pero necesitaba que él y Dominic estuvieran para la intervención más ambiciosa que tenía hasta la fecha.

No era frecuente, pero tampoco era un evento entre un millón que descubrieran a alguien con sus ideales, en sí su sociedad necesitaba los informes, y aveces entre los nuevos procesos burocráticos en los que había quedado la organización se tenían esos errores.

Estaba cansando de tener que vivir en Estados Unidos por tanto tiempo y si todo salía como lo planeado pro to podría regresar a su hogar para presentarle a su familia a su nueva esposa.

Chester Bennington y Dominic, al fin habían llegado, trayendo consigo en las mejores condiciones una matriz junto a unos óvulos de un cadáver alemán, cortesía del doctor Lidenmann.

Pasaron horas planificando el procedimiento viendo los posibles pros y contras de cada incisión, ya que según Dominic la sensibilidad de la pelvis podría perderse para siempre, cosa que a Oliver no le parecía de ninguna manera, quería una mujer en la cama, no a maldita monja frigida, Chester vio opciones para salvar el tejido nervioso, incluso propuso la utilización del pene para la creación de un clitoris funcional, cosa que Dominic dudaba ya que aunque había logrado un trabajo estético, estaba lejos de ser completamente funcional a excepción de la reacomodacion de la uretra.

Al final decidieron ver unas revistas y reproducir algunos filmes pornográficos,  después de ver una buena cantidad de vulvas se decidieron por una que aparecía en la revista Playboy.

El procedimiento fue tedioso, la reconstrucción pélvica de por si era complica y estaban a tientas con el transplante de útero, también la dosis de anestesia que habían puesto difícilmente aguantaría para tantas horas, o vivía o moría después de todas las intervenciones.

En un punto cuando estaban suturando el útero al canal vaginal recién hecho, Andy abrió los ojos.

Aún estaba sedado pero en ese momento podría escuchar todo, a Dominic se le hizo gracioso y empezó un charla interminable acerca de que esta era su gran oportunidad de colaborar con dos grandes de la medicina, de cómo aspiraba a hacer estudios neurológicos a los pacientes sometidos a la transición, luego probaría suerte viendo si el cerebro podía modificarse después de ese tratamiento, luego buscaría inversionistas para un hospital particular en Inglaterra usando los conocimientos de la organización, además se casaría y tendría una docena de hijos, y...

Chester calló al parlanchín pupilo y aumentó el sedante de la futura esposa de Oliver, después de unas horas terminaron su obra maestra, Dominic tomó cuántas fotos pudo de su gran éxito.

Andy se sentía mareado, sus párpados pesaban, y casi no podía hablar, la sensación reconfortante de la cama se sentía distinta, más suave de lo usual sin embargo había algo que no lograba comprender, porque le dolía la mano ¿o era el brazo? Quizás solo necesitaba cerrar lo ojos unos minutos como las otras veces.

Había repetido esa acción tantas veces que no podía recordar cuantas horas habían pasado.

¿Porqué en un parpadeo su cama tenía un sobrecama azul y en otro floreado? Y así sucesivamente.

La obsesión tiene rostro de mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora