"Situándose en 4º curso"

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-Ginny... –Dijo con un tono necesitado y de súplica en su voz.

Todos le miraron extrañados y Ginny se puso roja.

¿Había sonado demasiado necesitado al verla?

- Hola…

Entonces se produjo un silencio incómodo y extraño. Ron y Hermione se miraban entre ellos y a Harry curiosos, sabiendo que pasaba algo que ellos no sabían. Ginny se había puesto roja como su pelo, y la intensidad del color de sus mejillas se intensificaba cada vez más al mirar a Harry y ver que no dejaba de mirarla con los ojos brillantes y una expresión extraña en la cara. Y Harry... se había quedado completamente paralizado. Sus músculos no obedecían a sus órdenes y por más que se decía a si mismo que mirase a Ron y Hermione para continuar su charla, sus ojos eran incapaces de dejar de mirar a Ginny. Tan cambiada y tan igual a la vez...

- ¿Pa-pasa algo?- Preguntó nerviosa Ginny, deseando que Harry dejase de mirarla con esa intensidad.

Las palabras de Ginny hicieron salir a Harry de su estado de parálisis y pestañeó confuso. Miró a sus amigos, que con sus caras pedían una explicación y luego otra vez a Ginny, que ahora estaba más curiosa que avergonzada. ¿Qué escusa puedes poner si te quedas mirando como un bobo así a una persona? No podía venir y decir: ¡Ginny! Hola, vengo de un futuro en él hemos estado juntos, pero como estoy enamorado de ti y no quiero que te pase nada malo te he dejado para escaparme con Ron y Hermione y destruir los trozos de alma que Voldemort fue esparciendo por el mundo.

- Pues, veréis...

Harry sudaba, no tenía ni la menor idea de qué podía decir. Cuando había pronunciado el nombre de Ginny había sonado verdaderamente necesitado, emocionado, enamorado... Y ahora todos le miraban pidiendo explicaciones.

- Ginny, Luna Lovegood está afuera, pregunta por ti.

Una chica de aproximadamente la misma edad de Ginny había aparecido por la puerta y le hablaba a Ginny, quien había pasado de estar avergonzada, a mirarle curiosa y ahora a hacerlo con intensidad, expectante.

- ¿Ginny?

- Sí, sí, dile que ya salgo...

- ¿Eres amiga de Lunática Lovegood?- Preguntó Ron al borde de la risa.

En ese momento Ginny dejó de mirarle y se enfrentó a su hermano.

- ¡No la llames así! Y no es que sea su amiga... hoy unas chicas se metían con ella y la llamaban Lunática y yo la defendí, supongo que sólo quiere darme las gracias.

- ¡Pero si es verdad! Esa tía está como una cabra. Me han contado cada cosa sobre ella...

- Ese es tu problema Ron, ¡No sabes mirar más allá en las personas!

- ¡Eso no es verdad!

- ¿Que no es verdad? ¡Pero si te acabas de dar cuenta de que Hermione es una chica!

- Eso no tiene nada que ver... yo sólo...

Ron intentó excusarse, pero no se le ocurría nada.

- Lo que yo decía...

Ginny miró a Harry un segundo antes de darse media vuelta y desaparecer por el hueco del retrato junto con su compañera a buscar a Luna. En ese momento, cuando Ginny desapareció de la sala, Harry sintió una enorme punzada en el estómago. Se había ido… Habían sido tan escasos los segundos que había estado cerca de ella que parecía sólo una ilusión de su cabeza. Una ilusión que le había hecho sentir una enorme felicidad enorme.

Observó como Ron y Hermione se miraban de reojo ante los comentarios que acababa de hacer Ginny. No pudo evitar soltar una pequeña risa ante la conversación de los dos hermanos y sus dos amigos volvían a mirarle expectantes, buscando explicaciones.

𝑨 𝒕𝒓𝒂𝒗𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔Where stories live. Discover now