CAPITULO 52

152K 10.5K 6.5K
                                    

Tengo a Rose en la cama, mi dedo entre su manita, Ian también está dormido un poco más al centro y agradezco que la cama sea grande, porque así el pequeño tiene su espacio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tengo a Rose en la cama, mi dedo entre su manita, Ian también está dormido un poco más al centro y agradezco que la cama sea grande, porque así el pequeño tiene su espacio

Aunque es muy tranquilo al dormir, suspira un par de veces y una vez que el sueño lo vence, duerme toda la noche. Al parecer las pesadillas ya no son tan frecuentes y eso me alegra.

Son las dos de la madrugada y no puedo cerrar los ojos, Rose llora seguido y supongo que es normal, ya que extraña a mi hermana, no está acostumbrada a no sentir su calor.

La puerta se abre dejando entrar a Hunter, lo puedo reconocer aunque la luz sea poca en la habitación. Lleva solo una camisa en color negro y se acerca a la puerta del armario.

Tarda un par de minutos ahí, hasta que sale desabrochando el reloj que tiene en su muñeca izquierda. Se desabotona la camisa dejando ver tanto el tatuaje en el cuello como el dije que le regale en su cumpleaños.

—Hola. —hablo pasando saliva. —¿Estabas trabajando?

Aún no me acostumbro a lo que es, a lo que hace y a lo que nunca dejará de hacer y no sé si algún día lo haga. Prefiero pensar que está trabajando en una oficina a imaginarlo matando gente

Aunque estoy segura de que eso no durará mucho.

—Hola, si yo...estaba con Maxwell resolviendo unos asuntos.—contesta quitándose los zapatos. —¿Llevas despierta desde las cinco de la mañana?

Asiento acomodando la almohada para recostarme de lado, observando como él también se mete en la cama.

—Si, Rose llora a cada rato y hago lo posible por calmarla. —suspiro. —Es solo una bebé...

Se acomoda mirando el techo, con uno de sus brazos bajo su cabeza y el otro sobre su estómago.

—Voy a respetar tu decisión. —comenta. —Mi propuesta no fue la mejor y entiendo que no quieras unir tu vida a la mía, voy alejarme, pero no me pidas que deje de protegerte, porque no lo voy hacer.

Me arde la nariz y tengo que parpadear un par de veces para evitar las lágrimas, pero no puedo, porque un par de ellas bajan hasta la curva de mis mejillas.

—Quiero tiempo, no me preguntes cuánto, pero lo necesito. —susurro. —Pueden ser días, semanas o meses, pero necesito pensar mucho, preparar mi cabeza para todo lo que se viene.

Su respuesta no llega hasta un par de minutos más tarde.

—Esta bien, tú elije el lugar y yo me encargaré de que esté listo lo antes posible. —sentencia.

Asiento.

—Se que no tengo derecho sobre esto, pero quiero pedirte algo más...

Gira su cabeza dejandome ver el azul tormentoso de sus ojos, lo extraño tanto aunque lo tenga cerca.

Tentación Azul 1 ® BORRADOR (PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora