•CAPITULO 6•

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—Dime que tal sueno. —le pido a Danielle quitándole la sábanas de encima. Coloco el libro delante de mi y leo. —Salve, quid agis?

Dios, eso suena horrible

—¿Quieres invocar al diablo? —exclama volviendo a taparse. 

—¡Danielle!

—No entiendo tu terquedad de aprender un nuevo idioma, suficiente tenemos con el nuestro. —niega. —Se te hará tarde, vete y déjame dormir.

La dejo tranquila saliendo de su habitación y al pasar por la cocina tomo el termo con café antes de salir del departamento. Tengo el libro en una mano y el termo en otra al bajar las escaleras hasta el primer piso

Aprovecho salir cuando una mujer entra dejando la puerta medio abierta y está vez, como me he levantado más temprano, puedo caminar hasta el colegio.

Le hecho mirada al camino y otras al libro donde repito mentalmente la frase que estuve ensallando gran parte de la semana.

Hoy es jueves, por qué llevo cuatro días estudiando el latín y solo esa frase suena en mi cabeza, pero cuando la digo no me hace sentir muy segura, siento que digo una cosa totalmente diferente.

Cruzo la calle corriendo y esquivo varias personas afuera de un local tratando de apresurar el paso. Cuando llego a la puerta del colegio, el guardia me abre y yo le agradezco con un asentimiento de cabeza.

Veo tres camiones escolares en el estacionamiento y Matt me está esperando en las escaleras. Me apresuro a guardar el libro en mi mochila y llego a su lado.

—Creo que no llegue tarde. —digo haciendo que sonría. —¿Que pasa? —señalo los autobuses.

—Hoy es día de salir, ¿Lo olvidaste?

¡Maldición! La directora me había comentado que al principio de clases, luego de una semana o dos, los niños tenían derecho a un paseo para que se sintieran más relajados.

—Lo siento, lo olvidé por completo. —me disculpo. —Esta semana ha Sido...algo complicada.

Él le resta importancia y sonríe de oreja a oreja.

Es muy amable.

No importa, vayamos a ordenar los niños para que suban a los autobuses.

Asiento entrando por completo al edificio y paso de largo hasta mi salón, dónde los niños están sentados, a cargo de una maestra suplente. La saludo y en cuanto me ve ella se marcha.

—Bueno, ¡Hoy es día de salir! —les digo y ellos sonríen. —¿A dónde iremos?

—¡Al zoológico! —responden al unisono.

—Exacto, así que vamos a forman una fila. —indico. —Y en orden saldremos también haciendo caso a las indicaciones de las maestras que están fuera ¿Ok?

Tentación Azul 1 ® BORRADOR (PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora