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—¿Quieres ver la insignia que Hermione nos hizo? —le preguntó el azabache mientras miraba a su novio.

—A verla.

Harry tomó la insignia y se la mostro Cedric.
La insignia era de diferentes colores y tenía unas letras las cuales decían «P.E.D.D.O.»

—Wow. ¿Me hizo alguna a mí?

—Sí, de hecho me dijo que te la diera cuando te viera.

Tomo la insignia que llevaba en su mochila y se la puso al castaño.

—Ahora eres parte de nuestra batalla —comentó con una sonrisa Harry.

—Me alegra ser parte de ella.

Se acercó al ojiverde y le dio un beso, uno corto.

—Amo esto.

—Y yo te amo a ti —dijo con una sonrisa Harry. Amaba poder estar con su novio.

—Ven —le hablo mientras se acostaba. Quería estar acostado con su pareja.

El azabache hizo caso y se acomodó en el hombro de éste.

—Esto es tan lindo... y tierno.

—Nada mejor que pasar el día con la persona que amo.

—Medio, sabes que tengo clases, y tienes suerte que nadie me atrapará
No me vuelvas a pedir que venga contigo a esta hora.

—No te enojes gatito.

—Alguien me pudo atrapar, además cuando Hermione se entere me asesinara.

—No lo hará, no la dejaré —termino de decir para después dejar un beso en la cabeza del ojiverde—. No dejaré que nadie te lastime.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—Mmm, bien.

Ambos cerraron los ojos, disfrutaban la presencia del otro. Nada era mejor que tenerse el uno al otro, para Harry, Cedric era como un Ángel, y para Cedric, Harry era la persona con la que quería pasar los últimos días de su vida.

...

—Buenos días bello durmiente —dijo con una sonrisa Cedric mientras se acercaba a la orilla de la cama y abrazaba por la cintura a Harry—. ¿Dormiste bien?

—Dormí contigo, así que sí.

—Me alegra oír eso y también me alegra ver que aún llevas el collar.

—¿Bromeas? Jamás me quitaré este collar.

—Pues me alegra oír eso.

El ojiverde le sonrió. Cedric pagaría para poder ver esa sonrisa todas las mañanas.

—Bien, me tengo que ir. No quiero que Mione me mate.

Antes de salir fue detenido por la mano de su pareja.

—¿Cuándo le contarás a tus padrinos sobre el dolor que tuviste?

—No se de que hablas —contestó Harry sin siquiera voltear a ver a Cedric.

—No te hagas él que no sabe. Tienes que decírselo, no puedes ocultarles todo esto.

El azabache ahora si volteo a ver a su novio, odiaba que el castaño fuera demasiado entrometido, pero no mentiría si dijera que a la vez amaba todo eso y que no lo culpaba, él estaría igual.

My Angel <ᴴᵉᵈʳⁱᶜ> Where stories live. Discover now