Prólogo

5.6K 352 353
                                    

—Sabes que te odio, ¿Verdad? —pregunto el azabache mientras miraba a su novio, que estaba recargado en el árbol.

—También te amo, Harry —respondió el castaño, quien tenía los ojos cerrados. Una sonrisa se formaba en sus labios.

El azabache también sonrió.
Se paró de su lugar, se sentó en las piernas de esté, el cual abrió los ojos como plato por la acción que había hecho el menor.

Harry puso sus manos en las mejillas del otro, aún sonriendo, lo beso.
El beso fue delicado, y con dulzura, lo cual casi siempre eran así sus besos.

El azabache rompió el beso y lo miro a los ojos.
El castaño estaba un poco confundido.

—Y eso, ¿Por qué fue?

—Promete que pase lo que pase; seguiremos juntos.

—Harry.

—Promételo.

El mayor soltó un suspiro y asintió.

—Lo prometo.

Se hizo un silencio, que aunque no era incómodo, se sentía que aún no se había aclarado todo.

—¿Estas feliz con eso?

Harry sonrió y afirmó con la cabeza.

—Demasiado, si se podría decir.

—Me alegra saber eso.

Harry se recostó sobre Cedric y ambos miraron hacia el cielo, pronto oscurecería y ambos tendrían que regresar a sus perspectivas salas.

—¿Crees qué Dumbledore este enojado? —pregunto el castaño, mientras con una de sus manos, le empezaba a dar caricias al azabache en su cabello.

—No creo que este enojado, o bueno si, pero no conmigo, si no con el señor Barty. Es obvio que Dumbledore no quiere que yo haga esas pruebas, creo que piensa que no podría.

—Bueno, pues ya somos dos —mencionó Cedric, quien después recibió un golpe por parte de Harry—. ¡Auch! Eso dolió.

—Si, bueno; no me importa.

Harry se cruzo de brazos, para después pararse e irse a un lugar un poco lejos de donde estaba Cedric.

—¡Vamos! ¿Por qué te enojas?

El pensó que recibiría una respuesta de parte del azabache, pero al pasar unos minutos y ver que éste no tenía intención de contestarle, siguió hablando:

—Amor, ¿Qué pasa?

—¿Qué pasa? —Harry lo se volteó a mirarlo— Lo que pasa, es que al igual que Dumbledore y muchas otras personas, piensan que no podría con esto. No soy un niño Cedric.

El castaño se rasco la nuca y miro a su novio un poco avergonzado, su novio había entendido mal.

—No me quise referir a que tu no puedas, cariño. Si no, que; no quiero que hagas estas pruebas.

—¿Por qué? —interrogó el Gryffindor.

—Siento que algo malo pasara, además de que no quiero que nada malo te pase. Se que podrás con todas estas pruebas —aclaró el Hufflepuff—, pero...

—¿Pero?

—No quiero que salgas dañado.

Harry sonrió y se acercó a su novio.

—Nada malo pasará.

—¿Lo prometes?

—¿Ahora yo soy quien tiene que prometerlo? —Cedric asintió con la cabeza— Esta bien. Lo prometo.

My Angel <ᴴᵉᵈʳⁱᶜ> Where stories live. Discover now