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Harry miraba su ropa, pero nada le convencía.

—Harry, llevas más de 30min buscando que ponerte, elige algo ¡Ya! —reclamó Sirius.

—Padfoot, ¿Acaso tú nunca tratabas de verte bien para tío Moony? —preguntó Harry.

—Si, pero nunca tardaba horas —reprocho el ojigris—. Elige algo ya, los Weasley nos están esperando.

El pelinegro salió del cuarto del azabache, quien al ver que éste salió de su cuarto, se sentó en su cama y soltó un suspiro frustrado.

—Tal vez, este pantalón negro, está camisa blanca sea la correcta —Harry la pensó antes de tirar la ropa—. A quien engaño, no se que ponerme.

—«¿Puedo entrar?» —preguntó Remus desde el otro lado se la puerta.

—Sí.

El castaño entró y vio como el azabache se acomodaba mejor en la cama.

—¿Aún no sabes que ponerte?

—No —confesó Harry.

—Que tal si te pones esto —detrás de él saco una camisa blanca y un pantalón negro, el conjunto que el ojiverde había tirado anteriormente.

—¿Crees que le guste?

—Jamás te había visto así por una persona —admitió el castaño.

—Lo sé, y se que me veo ridículo.

—De hecho —se acercó a él y se sentó a su lado—, te ves enamorado.

—¿Qué? —preguntó confundido Harry.

—Apenas llevan un mes Diggory y tú, y ya casi le estás pidiendo que se casé contigo.

Al escuchar eso se sonrojo.

—No es eso —el ojiverde se paró de su cama—, es solo que... es mi primer novio, no quiero arruinarlo.

—Harry, se tu mismo.

—¿Seguro?

—Si el no ama a tu yo verdadero, no es el indicado. Y cambiate ya, no falta poco para que a Sirius le salga humo por los oídos.

Salio del cuarto.

—Tal vez es cierto —el azabache agarró la camisa y la empezó a ver en el espejo—, debo de ser yo mismo. Por favor, soy un maldito gryffindor, no debería de darme miedo tener pareja.

Dejando de lado su miedo por que Cedric pensara que no se vería bien, decidió cambiarse a su gusto, tomando el consejo de su tío.

Si a él no le gusta como es Harry, entonces no es el indicado.

El ojiverde bajó las escaleras después de terminar de cambiarse, y aunque trató de peinarse su cabello –lo cual no pudo– bajo aun así.

—¡Al fin estas listo!

—¿Vamos?

—Sí.

—¿No quieres ayuda con tu cabello? —preguntó Sirius en un tono burlón.

—¿No quieres ayuda con tus pulgas?

El ojigris miro mal a su sobrino, a quien no le importo y siguió caminando, mientras que su esposo se estaba aguantando la risa.

—Que chistoso.

—Vamos Sirius, no pelees con el niño.

—¿Niño? Ya tiene 14 años.

—Y el año que viene cumplo 15, no lo olvides, y después 16, y después 17, y cuando salga de Hogwarts, trabajaré para ser profesor y me casare con Cedric.

My Angel <ᴴᵉᵈʳⁱᶜ> Where stories live. Discover now