My Angel <ᴴᵉᵈʳⁱᶜ>

06

—Despierten, es hora del desayuno —gritó Sirius.

—Chucho, déjalos descansar un poco más.

—Yo me tuve que levantar temprano, así que ellos también.

—Si que eres cruel Padfoot —comentó Harry mientras soltaba un bostezo y se rascaba la nuca.

—Bueno, yo ya estaba despierta. Tenía que alistar todo antes de salir.

—Me alegra escuchar que alguien se levantó temprano, sin necesitad de que lo tuvieran que despertar —giró para mirar al azabache, quien estaba leyendo el periódico que traía en las manos Remus.

—Si ajá, lo que tú digas.

El pelinegro rodó los ojos.

—Tenemos que regresar, Arthur y los demás tal vez ya salieron, y nosotros tenemos que salir ahora a la madriguera.

—¿A la madriguera? Creí que regresariamos a casa.

—Es lo que íbamos a hacer, pero decidimos mejor ir a la madriguera y hablar con Arthur.

—Esta bien, empacare mis cosas.

Harry entró a su habitación y empezó a guardar todo, tomo su varita y recordó todo lo que pasó a noche, gracias a todo eso había tenido pesadillas.
Y no había logrado dormir bien.

—Tendré que empezarte a cuidar más, no quiero que me culpen otra vez de algo —dijo mientras la metía a su bolsillo y tomaba su mochila.

...

Los cuatro aparecieron en la madriguera.

—Vayan a decirles a los demás que ya regresamos.

—Esta bien —contestaron ambos chicos.

Los dos corrieron.

Molly quien estaba abrazando a Fred, al ver a ambos chicos, se separó de este para recibir a los otros dos.

——¡Gracias a Dios! Ustedes también están bien.

La señora Weasley, los abrazo y después los miro a ambos.

—Me alegra que estén bien, estaba tan preocupada de que algo les pudiera pasar también a ustedes.

—No se preocupe señora Weasley, estamos bien —respondió con una sonrisa Hermione.

—Molly.

—Remus, Sirius, están bien ustedes también, me alegra eso.

—Y a nosotros nos alegra seguir con vida.

—Hola pequeñín, ¿dónde está tu guardaespaldas?

—¿Guardaespaldas?

—Si, tú ya sabes quien, el tejón.

—¿Cedric? —ambos pelirrojos asintieron— No es mi guardaespaldas.

—Pues parece como si lo fuera.

—Pues no lo es, él solo es sobreprotector.

—Le queda mejor guardaespaldas —mencionó Ginny mientras abrazaba a Hermione y los miraba a los tres.

—Vamos chicos, no molesten con eso a Harry, Cedric hizo bien ayer, nos protegió a los tres.

—Más bien protegía a su gatito.

—¡Oye! Yo no soy un gatito, vamos Hermione, dicelo.

—Bueno... —la castaña le sonrió.

—Oh, gracias por ayudarme.