♛Capítulo 24 - Plenitud ♛

7.2K 641 678
                                    

Hay una parte del capítulo en la que recomiendo que escuchen Kingdom Dance para que entren más en la historia, cuando lleguen a ese momento lo sabrán.

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

Amelie

Me despierto con los brazos de Blaz rodeando mi cintura pegándome a su cuerpo y los recuerdos del día anterior me golpean en la cara como una bofetada.

No me arrepiento de absolutamente nada, incluso al dormir quedé con ganas de ir más allá, sin embargo, no sé si estoy lista para que Blaz me vea desnuda de nuevo. El simple hecho de pensarlo, que vea mis cicatrices y las marcas que dejaron en mi me hace sentir un tanto defectuosa.

Que me diera placer anoche con sus dedos no me preocupó, tenía ropa en la parte de arriba y el fuego más la posición no permitían que tuviera mucha visibilidad de mi cuerpo y eso me alivio en gran parte.

Por eso accedí.

Por eso y porque tenía tantas ganas de volverlo a sentir, de que mi cuerpo acogiera su calor y caricias que me demuestran lo que valgo, lo que merezco; sentir por breves instante que borran todas las marcas que me dejaron, como si al pasar sus manos y labios por mi piel, alejara todo lo malo de mi ser.

Reviso la hora en mi teléfono, es temprano, tenemos poco tiempo y muchas cosas que hacer.

Me levanto con cuidado viendo cómo se voltea quedando de espaldas, bocabajo y con las mantas cubriéndolo hasta su cintura baja; me acerco a abrir las cortinas gruesas que le dan paso a la luz del día.

—Arriba fortachón —hablo desde la ventana—. Son las siete de la mañana. El sol... bueno, no brilla mucho aún, pero el día nos tiene que rendir.

Un gruñido de fastidio sale de su boca cuando gira el rostro.

—Despertar contigo un sábado, pero ¿cuál es el maldito costo?

Sonrío sin poderlo evitar y por un segundo, por un jodido segundo olvido todo lo que ocurre fuera de Escocia, que me esperan para un juicio, que los problemas con la mafia no han terminado, que mis pesadillas siguen en la calle, el que Zhara no esté con nosotros, nuestra situación como tal, actuamos como si nada hubiera pasado cuando en realidad, pasó de todo.

Todo se me olvida estando aquí con él, verlo acostado intentado dormir lo cual hace que mi sonrisa se ensanche, me arrodillo en la cama hasta llegar a su cuerpo, aparto más las sabanas y me siento sobre su trabajado trasero.

Él no se mueve, solo sigue respirando con calma mientras mis manos cosquillean por tocarlo, las bajo despacio y comienzo a ejercer presión en sus músculos tensos.

Se deja hacer lo que quiero, masajeo sus hombros, brazos y sus costados.

—El costo son unos buenos masajes —hablo en voz baja, concentrada en lo que hago.

Juegos peligrosos ©Where stories live. Discover now