⠀⠀⠀⠀⠀⠀ . . . ❪ love alarm 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 ❫
⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ ❛ Yo estaba ahí para ti. Todo
⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ que siempre quise era la ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀ verdad. ❜
⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀╌╌ Han Myeong, mejor amiga de Hwang Sun-oh y Hye-yeong, formando parte de...
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HAN MYEONG
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—No —su cabeza se movía de un lado al otro enérgicamente—. No, no y no.
—Como sí tus “no, no, no” fueran a evitar que vaya para allá —respondió con gracia al ver a su amigo, aunque entendía la reacción del muchacho era inevitable que no le causara alguna reacción más que la risa.
—Riete de la preocupación de tu mejor amigo si quieres —su tono sarcástico cubierto de drama hace que la chica embose una sonrisa en su rostro. Una aperlada que brilla por la sinceridad de la misma.
—Ya lo hablé con la psicóloga Hirai —comentó la muchacha—. Ella dijo que las probabilidades de que nos encontramos después de tantos años sería casi inexistente —la sonrisa se mantenía estática en su rostro y el chico parecía estar analizando a la joven que se encontraba en su pantalla—, el sueño de Sun-oh nunca fue quedarse ahí, más que todo por su familia, ¿Qué razones tendría ahora para seguir ahí?
—Myeong...
—Ya sé lo que piensas, Kai. A mí no me agrada la idea pero una vez el evento se termine de dar me devuelvo y mi vida continuará como lo si no hubiese pasado nada —la seguridad en su mirar, la determinación a terminar de enfrentar sus demonios o lo que quedaban de ellos se encontraban en la chica. El chico no quería arruinar su seguridad.
—¿Y aún así se vuelven a ver?
—Hablaria con la psicóloga —su seguridad se mantenía, como en un juego de probabilidades. ¿Cuántas habrían aora que se vieran? Una en un millón—... O contigo —susurró, sin embargo, el chico escuchó a la perfección provocando un sentimiento de orgullo. Orgullo por haberse ganado el honor de ser a quien llame cuando está en problemas.
—Myeong, te quiero demasiado y... —el chico bajó la mirada, pensando en lo siguiente que diría—. No quiero volver a verte como aquel día en el árbol cuando te encontré.
—Ni me lo recuerdes —expresó apenada. Odiaba recordar aquellos días que aún lloraba, lloraba por no tenerlo cerca y tanto le costó dejarlo ir.
Meses de lucha contra ella misma, para aceptar que al final a veces simplemente es mejor aceptar las cosas como vienen. Su mente era fuerte para ocultar sus sentimientos, pero era débil para mantenerlos guardados y no explotar.
