12.- El amor se convierte en una tortura.

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**Se necesita haber leído la historia de Atracción Mortal para entender este capítulo. 


Alessandra.

—Al fin se ha dormido —bajo las escaleras hacia la sala—. ¿Dereck aún no vuelve?

Luke niega.

—Sabe que no tiene permitido pasar tanto tiempo fuera —murmura en un suspiro.

—Lili dijo que Viviane lo invitó a cenar, seguro luego fueron a llevar a Halley al aeropuerto, ¿no fue eso lo que dijo?

Él asiente.

Permanece con la mirada fija en el celular, sin hacer ni un solo gesto más. En los últimos días esta ha sido su actitud, enfrascado solo en el hecho de que Zack Brooks le está pidiendo a gritos una pelea que él no está dispuesta a dar.

—He sido muy duro con él en los últimos días —dice apagando el celular al tiempo que toma una inhalación—. Debo disculparme, dijo que había un asunto de Sellwood, así que lo hablaremos.

Hago una mueca mientras me acerco hasta donde se encuentra.

—¿Crees que sea el mismo asunto de la droga?

—No lo sé, dijo que se había alejado, y le creo. Solo que...me preocupa que esa gente siga buscándolo. No suelen dejar ir solo así. Al menos no hasta conseguir lo que quieren.

Extiendo una de mis manos para acariciar su brazo.

—Bueno, entonces esperemos que vuelva, y lo hablaremos tranquilamente —le dedico una mirada de advertencia y él sonríe.

—No me mires de esa forma —exige—. Solamente quiero que esté bien.

Me acomodo un poco más cerca de él, apoyando mi cabeza contra uno de sus hombros.

—Es solo un chico que ha tenido una vida complicada —musito—. No debemos ser tan duros.

El emite un sonido parecido a una afirmación y luego un silencio nos envuelve. Un par de minutos después, lo miro observa el reloj que lleva en la muñeca.

—Debería...

El timbre suena un par de veces.

—Seguro olvidó las llaves —murmuro incorporándome—. Por favor, no actúes como papá autoritario...

Un sonido seco nos alarma, Luke se incorpora con prisa cuando un segundo golpe en la puerta se deja escuchar.

—Luke...

La alarma de seguridad se enciende, una alarma silenciosa que Luke había instalado apenas nos mudamos a la casa. Cuando las entradas de la casa son forzadas, se enciende una luz roja por arriba del marco, es un sistema inteligente que apenas capta un movimiento forzado, se enlaza con la policía local de Portland.

—Ve arriba —ordena—. Ve con Lessy y...

No ha terminado de hablar, cuando un ruido seco y los cristales haciéndose pedazos llenan la sala. Me encojo cuando el ventanal a nuestro costado estalla.

—¿Qué carajo...?

—Luke Lewis —observo con horror como un grupo de chicos ingresar a mi hogar, Luke toma uno de mis brazos, obligándome a permanecer detrás de él—. Que honor conocer al gran Lewis.

—¿Qué es lo que buscan? —a pesar del tono firme que emplea, sé que teme por nosotros.

—Bueno, he venido por mi dinero.

Antes de que el fuego se extinga.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن