Dulce Juguetito

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"Que apetecible te ves con tu uniforme tan diminuto y sexy."

"Si te toco, estarás mojada y lista para mi?"

La voz llena de lujuria de este hombre solo me provoca asco mientras intento apartarme discretamente de su inmundo toque.

"Arquitecto, tengo solo una duda con los planos y avances."

"Será muy breve mi cuestionamiento para que pueda disfrutar de este festejo."

Afortunadamente la voz de Mi Rey hace que el hombre retire sus repugnantes dedos de mi ropa íntima, pues casi estaba por tocarme por dentro...

"Por supuesto que si."

Responde de forma educada y seca el hombre sin dejar de devorarme con la mirada.

"Ahora regreso ricura, no te marches."

"Aun quiero mi postre especial..."

Mientras observo al podrido hombre alejarse de mi, Iris llega a mi lado pues tambien intenta escapar del toque de estos detestables hombres.

Todos ellos ahora ríen, charlan, beben y comen felizmente.

Bocadillos variados,
vino,
cervezas,
cigarros,
postres,
incluso algunos postres suculentos fueron puestos en grandes mesas para que disfrutaran los trabajadores.

Reginald y Hendrick son forzados a servirles como si fueran mayordomos.

Iris y yo enlazamos nuestras manos intentando consolarnos pues esto no es lo que había dicho Raina que sucedería.

Ella dijo que solo sería una breve consulta con el arquitecto y su equipo de constructores para revisar los adelantos en la reconstrucción de este podrido lugar!

Jamás nos dijo que nos ofrecería como embajadoras sexuales con estos tipos!

O que serviriamos de alivio de sus frustraciones sexuales!

"LLEGARON!"

"Aaron, Ben abran la puerta a las chicas!"

Grita Raina encantada cuando escucha que un auto se estaciona fuera.

Mis réplicas entran al lugar ataviadas con una diminuta falda y un top que apenas tapa sus senos!

Los hombres ríen mientras miran como lobos hambrientos a las indefensas presas que caminan, descalzas y de forma temblorosa hacia ellas.

"Caballeros, mis regalos para ustedes!"

"Todas están bien entrenadas para complacerlos de las formas que mas les plazca!"

"Y pueden elegir más de una!"

La actuación de mi sádico Rey me sorprende porque imita tan bien el tono de voz de Reynard, el desgraciado hijo de puta malvado.

"Pobrecitas..."

Nos encontramos susurrando Iris y yo cuando vemos que los hombres tocan de forma ruda y abiertamente sexual a mis réplicas temerosas.

Aunque la verdad es que también sentimos un poco de lástima por nosotras porque no dejamos de ser solo carne de cañón para los fines egoístas de alguien más.

No tenemos decisión sobre nuestra propia vida.

Vida clonada o no, solo nos movemos como títeres en las manos de la niña tirana Raina.

"DIVIERTANSE SEÑORES!"

Grita de forma sordida una Raina inmensamente feliz dando brinquitos por todas partes mientras les indica que pueden subir y entrar a cualquier habitación del segundo piso que gusten...