12

6.1K 278 24
                                    

Es increíble sentir mi piel de mi estomago sin la compresión excesiva del corset.

He pasado todo el día sin que Rey me haya exigido ponerme esa cosa restrictiva que me hace comer menos y agacharme con dificultad.

Rey dijo que mis costillas necesitaban también repararse sin la compresión del corset y es por eso que gozo de esta libertad.

Así como también ahora puedo gozar de sentarme a ver televisión en un sillón mientras que estoy envuelta en una manta agradable.

Ha pasado una semana desde el incidente de mi escape frustrado y Rey ha cambiado mucho su actitud conmigo.

No me he atrevido a preguntar que pasó con mi amiga la enfermerita.

Sin querer he escuchado de mi amiga de boca de esa detestable mujer, cuando ha venido a ver a Rey no se para que...

Y no me quiero imaginar para que, en fin, he escuchado decir que su acondicionamiento va bien.

Que ella se esta portando muy bien y que ha bajado de peso.

Eso solo puede significar que el "doctor" tiene encadenada a mi amiga en algún lugar sin comer.

Tal como lo hizo Rey conmigo...mi pobre amiga.

Rey me dijo que sabia que esa chica sentía algo por Él, pero Rey no tiene mas ojos ni sentimientos más que para mi.

No se si eso me alegra o me entristece.

Me alegra porque hay alguien en este mundo cruel y frío que me ama...

Aunque sea de una manera sádica, pervertida y depravada.

Pero por otro lado me entristece mi amiga.

Ella no fue correspondida por quien ella llegó a sentir algo tan fuerte como para intentar tener mi lugar a sabiendas de lo que Rey es capaz.

Eso, es amor...creo.

Mi limitada experiencia con chicos me impide saber si lo que creo es verdad o no.

Cuando era más joven y libre, cuando iba a la preparatoria y los primeros años de universidad, la cual dejé trunca, tuve muy pocos novios formales.

Algunos fueron ligues del momento, de fiesta.

Besos apasionados que no duraron hasta el otro día.

Pero algo que nunca deje que pasara fue tener sexo con ninguno de ellos.

Tenía la firme creencia de que mi primera vez sería con mi esposo en nuestra luna de miel.

Vivía anhelando ese momento en mis noches de insomnio.

O cuando terminaba de leer alguna novela romántica donde el amor de los dos protagonistas principales superaba toda clase de problemas y se mantenían juntos por toda la vida.

Y eran felices por siempre y para siempre.

Pero no.

En cambio mi primer vez la disfrutó este imbécil maniaco sádico hijo de puta que ahora me extiende su mano para que entremos de nuevo a la casa.

Pasa su mano por mi cabello y aspira mi olor abrazandome a su cuerpo.

Si no fuera por todas las cosas horribles que me ha hecho y dicho estaría feliz de pasar mi tiempo con este bombón de hombre.

Pero he visto su lado malvado, su lado terrible y demoniaco, por lo que quiero huir a como de lugar de aquí.

No quiero que me mate, pero Rey lo dejó muy claro.

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora