Dulce Juguetito

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Ocupamos dos mesas largas en el restaurante ambientado al estilo de los sesenta.

La mesera nos atendió rápidamente y ahora todas charlamos sin descanso.

Iris y yo mantenemos una conversación acerca de nuestro infierno personal.

En algunas cosas coincidimos, pero en otras...

Iris fue secuestrada de su familia cuando estaba de vacaciones familiares en una isla remota.

Ella fue encerrada en un camarote de un yate de lujo, sin agua ni comida durante días.

Cuando la travesía llegó a su fin, ella estaba tan delgada y débil que no pudo siquiera caminar fuera del yate donde había estado encerrada.

Iris recuerda que llego a una casa después de esa tortuosa travesía.

Más específicamente a un sótano oscuro, maloliente y salitroso como en el que yo viví por más de un año.

Ella ansiaba morir como yo.

Pero su Rey no se lo permitió.

"Muy bien, sus hamburguesas están aquí!"

Dijo alegremente la mesera de cabello rojizo y cara salpicada de pecas.

Las chicas y yo miramos las delicias que tenemos frente a nuestros ojos.

Pequeñas y suculentas hamburguesas junto a delgadas papas fritas deleitan nuestra vista y paladar.

"Muchas gracias Logan y Jack."

Comienza agradeciendo Nancy Drew, quien tiene el cabello oscuro y creo que la llamaban uva antes.

"Muchas gracias a los dos!"

Repiten las chicas antes de disfrutar animadamente la pequeña hamburguesa.

Iris y yo miramos nuestros platos.

Ahora, apreciamos tanto la comida que parece que no queremos comerla.

"Coman muñecas, está delicioso!"

Jack muerde su hamburguesa mientras que Logan roba papas fritas del plato de Jack.

Ambas nos miramos antes de dar pequeños mordiscos a nuestra comida.

Afuera de la ventana podemos ver los preparativos para la fiesta nocturna.

Hombres trabajan incansablemente para poner luces, adornos, mesas, sillas, manteles y demas cosas que se usaran.

"Son casi las cinco y media de la tarde."

"Alguien quiere un helado?"

Más comida?

Dios mío, es una locura!

Jack ordena un banana Split gigante junto con varios platos pequeños y cucharillas para todas.

Iris y yo caminamos tomadas de la mano hacia la ventana para echar un vistazo.

Siento que ambas entendemos nuestra desconfianza hacia la gente en general.

En específico hacía los hombres jovenes en general.

Como podríamos volver a confiar en algun chico u hombre después de todo lo que sufrimos en manos de ellos?

En específico a manos de un maldito psicópata malnacido hijo de puta que se replicó decenas de veces a si mismo mal llamado "Rey."

"Lo extrañas?"
Me cuestiona Iris.

"Odio decirlo, pero si y tú?"

Ella deja escapar un suspiro que me indica que también lo extraña.