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"PRINCESA, AHORA!"

"QUE CARAJOS ESPERAS?"

El doctor me grita desde dentro de la casa.

El miedo me paraliza pero también me impulsa a huir.

Tomo el maletín, lo abro un segundo buscando lo que necesito y entro de nuevo a la casa.

"Perdon doctor, pesa mucho para mi el maletín."

Me excuso cuando entro en la casa de nuevo.

Me aseguro de cerrar la puerta.

"Tardaste demasiado princesa!"

"Dame el maletín ahora!"

El doctor ya tiene a sus sobrinos recostados uno al lado del otro.

El charco de sangre en el piso es...escalofriante.

"Mueve el cuerpo de Elijah junto al de fresa."

"Atalos bien con estos cintos negros."

"Que sus manos queden por delante."

"Ve."

El doctor me extiende estas cosas de plástico para que ate a los niños.

Muevo con mucho cuidado el cuerpo de EIijah hacia el rincón donde está fresita.

Me sorprendo de lo delgado que es este niño y de la fuerza que tiene a pesar de ser solo huesitos y piel.

Ato primero las manos de fresita.

Mientras lo hago puedo ver el terrible hematoma que tiene en su frente, mejilla y sien.

Incluso la piel se nota un poco hundida, como si se hubiera roto algun hueso de su cráneo.

Termino de amarrarla y después comienzo a amarrar a Elijah.

Puedo notar el movimiento de sus ojos.

Esta comenzando a despertar...

"ssssshhhh...no te muevas y no hagas ningun ruido."

"Si quieres venganza, estamos juntos en esto..."

Susurré lo más bajo que pude en el oído de Elijah mientras que termino de amarralo.

"Princesa, ayúdame, rápido!"

El doctor ordena y obedezco de inmediato.

"Como puedo ayudarlo doctor?"

Cuestiono al médico cuando llego hasta él.

"Haz presión en este lugar, tengo que coser la herida y..."

Las palabras del doctor se detienen de repente por mi causa.

"Donde está Rey?"

"Donde tienen encerrado a Rey?"

Un hilito de sangre corre por ambos lados del cuello del doctor mientras que entierro los dos bisturís que saqué de su maletín.

"Eres muy estúpida si crees que podras llegar hasta él."

"No sabes como funciona todo esto."

"Además solo eres un activo más que aaahhhhh!"

Entierro y recorro el cuello del doctor hasta su clavícula derecha con el afilado bisturí provocando que el doctor se retuerza de dolor.

Intenta darse al vuelta y atraparme, pero clavo con fuerza el otro bisturí en su cuello provocando que las manos del doctor rodeen su cuello.

"Argh...aaggghh...aagghhh..."

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora