. . .OO3 | 𝖤𝖵𝖤𝖭 𝖨𝖥 𝖤𝖵𝖤𝖱𝖸𝖳𝖧𝖨𝖭𝖦 𝖨𝖲 𝖥𝖨𝖭𝖤, 𝖶𝖧𝖸?

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—Te ví caminando rápido de la sala de reuniones —empezó a decir la chica, mientras se acercaba a la pelinegra —, pensé que te había pasado algo y, por lo visto, mis suposiciones no estaban equivocadas.

La chica no volvería a llorar por eso, ella ya no tenía lágrimas que dar para esas heridas aún así, se encontraba apoyada en la mesa del lavamanos para poder tratar de volver a tranquilizarse. Veía un punto fijo en el lavamanos, lo plateado y limpio que estaba.

Su mejor amiga, se acercó y trató de todas las maneras posibles de que ella la mirará.

—La sala de reuniones no queda en tu piso —empezó la jóven—. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

—¡Oh! —La chica japonesa no contaba con que la surcoreana se pusiera a analizar su excusa barata en ese preciso instante—, primero cuéntame qué te pasó y luego te digo como me enteré que estabas aquí.

—Yo pregunté primero —contraatacó la chica.

—Bueno —Dió un pequeño suspiro dramático que hizo sonreír a la chica en un momento de caos—... Es que una amiga, la señorita Jung para ser más específica —todo cobró sentido en medio del caos en el que se encontraba—. Te vió salir atareada de la sala de reuniones así que me dijo para saber que te pasaba.

—Por eso es que la señora Jung forma parte del grupo de chismosas de la empresa —musitó bajando su mirada al lavabo.

—¿Qué pasó? —repitió frunciendo su ceño con preocupación en sus ojos verdosos.

—Y-yo...

Un hilo en su voz hizo que cortara lo siguiente que iba a decir, no quería tartamudear ni mucho menos mostrar debilidad. No por su amiga, sino por el lugar: inapropiado e incómodo. Un lugar donde las víboras aprovechan tus sentimientos para morderte.

—Solo necesito aire, Sora —su mirada no subía, se sentía incapaz de mirar a su mejor amiga en ese estado—, por favor.

—¿Me prometes que me contarás en el departamento? —la pelinegra se acercó a su amiga, agarrando su mentón para hacer que la mire. El miedo, los recuerdos de aquellas épocas resaltaban en sus ojos oscuros opacando toda luz vista esa misma mañana— ¿Promesa?

—Promesa —Myeong termino por envolver su dedo meñique sobre el de su mejor amiga, quien la de ojos oscuros se forzó por darle una sonrisa.

Trató de recomponerse rápidamente, tal vez unos diez minutos fingió tener seguridad en si misma aún si no lo sientiera y el resonar de sus tacones se debiera su pasado opacando el brillo en su cara, aún así siguió como si nadie le importase.

¿Por qué le seguía afectando tanto? Solo era un amor no correspondido tonto de la adolescencia. Ahora ella trataba de ser mejor, no recordar la versión antigua de sí misma.

Los demás se concentraron el lo suyo, no le prestaron la atención ya que cada quien era el eje de su propio mundo y ella solo era una órbita de pocos segundos para varios de los que estaban ahí.

Caminó, poniendo su mejor sonrisa. Ya no tenía que pensar tanto para simplemente sonreír pero por alguna razón, seguía sobrepensando.

Se acercó a la puerta de la sala de reuniones sus manos temblorosas sujetaron con fuerza las perillas de las puertas y dando un último suspiro profundo tratando de tranquilizar cualquier alterta de su cuerpo.

Sonríe ante todo.

Abrió las puertas.

Una entrada que tenía que ser profesional, tal vez hasta excesivamente glamorosa termino siendo arruinada. No había nadie en su campo de visión, así que se adentró un poco más en ese gran espacio para encontrarse con su excompañero, quién tenía sus manos metidas en los bolsillos y miraba la gran ventana.

INFINITY ━━ Hwang Sun-oh.Where stories live. Discover now