Una, dos, tres veces y no hubo respuesta. Miró entre sus contactos, un nombre en particular y el único alfa que conocía aparte Hyunjin apareciendo allí, no lo haría, era orgulloso. Saltó, asustándose cuando la puerta volvió a sonar. Pero tampoco tan orgulloso.

Marco el nombre y colocó el teléfono en su oído mientras fingía elegir una de entre las tantas bebidas que estaban frente a él.

- ¿Hola?.- Su pecho se sintió liviano cuando tuvo respuesta.

- ¿Chan?.

- ¿Pasó algo?.- Mordió su labio, sin querer explicar la situación.- Es tarde.

- Te quiero pedir un favor, se que es tarde y todo, pero eres mi ultima opción, lo juro.

- ¿Qué necesitas?.

Suspiró. Tragando saliva antes de hablar. Bajando la voz.- Que me vengas a buscar.

- ¿Te pasó algo?.- El pelinegro sonaba atento. - ¿Donde estas?

- Estoy en el 7-Eleven de la plaza central. Es solo que.- Su voz se detuvo, mordiendo su labio.- Te explicó acá, ¿Puedes venir?

- Si, voy para allá.

- Gracias, Chris.

La llamada se cortó y rezó porque la casa de Chan no estuviese tan lejos de ese lugar. Pasaron tres minutos hasta que la campanilla de la puerta resonó en el lugar y el saludo del empleado llegó a sus oídos, reconoció en un momento el olor, ese olor a menta que le hacía revolver el estómago y tener un nudo en la garganta, ¿Qué hacía allí? Se agachó, buscando no ser visto mientras apretaba con fuerza su teléfono celular.

El teléfono vibro.

Chan.

Voy cerca, ¿Estás adentro?

Si, en el pasillo de las bebidas.

Vale.

Se sintió mareado cuando sintió a Jaehyun demasiado cerca, sus piernas sintiéndose débil y un dolor atravesando su hombro de arriba a abajo. Al menos había tomado sus supresores. Cerró los ojos, tratando de desviar su atención y la de su lobo, incluso él tenía miedo, jugaba con la pulsera en su muñeca. La campanilla del local volvió a sonar, el saludo del empleado repitiéndose en su cabeza, pero sabía que Jaehyun seguía en ese lugar, podía sentirlo. Trato de respirar cuando sintió su pecho apretarse.

- Minho.- Levantó la vista cuando sintió una mano en su hombro, Chan apareciendo en su vista.

- Gracias a Dios que estas acá.- Murmuró, sin arriesgarse a que el otro alfa le escuchara y agradecía que Chan tomara su brazo para ayudarle a levantarse. De pie sus ojos quedaban sobre las estanterías y logró verló, al otro lado de la tienda, de espaldas a él Jaehyun estaba comiendo algo sentado en la barra.
Las piernas de Chan avanzaron y le siguió, aceptando sin importarle demasiado cuando tomó su hombro para guiarlo. Escondiéndose dentro su chaleco.

Sus piernas fallaron cuando doblaron por la primera calle luego de salir de ese lugar y por fin pudó respirar mientras se apoyaba en la pared a su izquierda, el nudo en su garganta había desaparecido, y trataba de controlar la velocidad a la que el aire entraba a su cuerpo, sus ojos estaban húmedos y el dolor en su hombro continuaba.

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