SpideyPool

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Volviendo su atención a los cuadros Peter inspeccionó cada rincón de esa pequeña cabaña, al menos esperaba conseguir alguna pista de como era la vida de Wade antes de tal mutación.

– Quiero confesarte algo. – murmuró el mercenario en cuanto observó lo curioso que se encontraba el menor ante todas las decoraciones que se encontraban en el lugar. – Peter... Sé que puedo ser algo tonto y desquiciado. – con la completa atención del chico no dudó en acercarse para tomar su mano con cierta determinación. – También que te saco de quicio y te lastimo con todo lo que me involucra. No te merezco, sé que no te merezco, pero mi cariño por ti es sincero. Nunca pensé que volvería a sentirme de esta forma... – negó a sus palabras ya que lo que sentia era completamente diferente a lo que había vivido. – Me retracto, nunca me había sentido de esta forma, estoy dispuesto a darlo todo por ti, quiero tu felicidad al igual que tus risas. – con cuidado acarició la mejilla cubierta de Peter mientras intentaba imaginar como sería realmente en rostro del hombre que le había robado el corazón. – Quiero pasar mis días a tu lado, defender la hermosa persona que eres. – y con cuidado se acercó lo suficiente mientras subia la máscara del arácnido dejando al descubierto sus labios. – Te amo, Peter.

Y fue ese preciso instante en que el cuerpo de Peter se congeló ¿había escuchado bien? ¿Wade le había dicho que lo amaba o solo eran ilusiones suyas? No sabía que hacer, sus emociones se habían alborotado mas al precensiar la intención del mayor por querer besarlo. Cerró rápidamente sus ojos aceptando cualquier contacto que ocurriera entre sus rostro.

Wade estaba desidido y fue como con cuidado fue despojando esa molesta máscara ¿sería el día en que Peter le dejara ver su rostro? Se preguntó a su mismo utilizando esta vez ambas manos mientras aprovechaba de dejar suaves caricias sobra las descubiertas mejillas del chico.

Mientras tanto Peter se quedó en su posición con sus ojos completamente cerrados disfrutando de esas lentas caricias, le erizaba la piel sentir como un simple tacto cuasaba tanto en él y fue el momento en que se percató lo que sucedia ¿Estaba listo para dejarse mostrar? ¿Seguró que estaba listo exponer su identidad a tal mercenario? Definitivamente lo estaba, su cabeza y corazon gritaban al mismo ritmo que sus manos comenzaron a subir por sus fuertes brazos demostrando que se encontraba seguro de lo que estaba apunto de suceder.

Y por fin Wade pudo contemplar el rostro del hombre de quien se había enamorado, Peter le miró con temor a lo cual el mayor le sonrió con emoción. Su Peter era perfecto, esos ojos café y cabello semi corto alborotado producto del constante uso de esa molesta máscara. No tenía palabras que explicaran lo bien que se encontraba por lo que siguió acariciando cada rincón de su rostro en que tiempo atrás luchaba para poder imaginar. Tenía una piel lo bastante suave y un rostro que ni se le había pasado por la mente, cada una de las manchitas que adornaban sus mejillas las acarició con su dedo pulgar como si de pequeños tesoros se tratasen.

– Wade... – pronunció Peter en cuanto le vió tan concentrado mirando su cara. Y vaya que eso había causado algo en el mayor, contemplar como esos labios pronunciaban sus nombre y como esos bellos ojos se iluminaban en busqueda de alguna respuesta había encendido ese interruptor que había apagado hace mucho tiempo. Wade por primera vez enredó sus dedos entre los cabellos del menor, era suave aunque un poco grueso, perfecto como para un hombre de su edad... edad, Peter nunca le había dicho exactamente cuantos años tenía y su rostro no le ayudaba mucho para averiguarlo.

Peter frunció el ceño al no escuchar palabra alguna por parte del mercenario ¿se habrá decepcionado? Esperaba que no por lo que sin previo aviso guió en un suave movimiento sus manos hasta las mejillas ajenas, sin antes haber realizado un pequeño recorrido desde sus hombros, pasando por su cuello y terminar en su rostro. A lo cual Wade no pudo evitar contener todas las emociones que estaba sintiendo en esos momentos.