☆ ChengYao - One Shot's ★

En Ropa Formal

Si había algo que odiaba el pequeño Jiang Cheng, era usar ese horrible terno morado que su madre le había comprado para que vaya a una boda de una de sus amigas, él se preguntaba, ¿porqué debía ir él con terno, si él no se casaba? ¡No había lógica! Para el pequeño Jiang.

La corbatita michi en su cuello era molesta a su parecer, su mamá lo había obligado a usarla y claro que a él no le causaba nada de gracia aunque su hermana le haya dicho que se veía guapo, y que cualquier niña se fijaría en él, pff.. ¡A-Cheng no quería que ninguna niña se le acerque! A él no le interesaban esas niñas que se le acercaban a quién sabe qué.

Jiang Cheng jaloneo su corbata, pero lo único que obtuvo fue una mirada asesina de su mamá por el retrovisor, hizo un puchero tierno y se cruzó de brazos; mientras Jiang YanLi estaba acariciando su brazo para tratar de consolar su frustración de alguna forma.

— A-Cheng, A-Li, compórtense bien, saben que los Jin son nuestros amigos desde hace años, el que haga quedar mal el apellido Jiang será castigado un mes. — advirtió Madam Yu.

— De acuerdo, madre. — respondió YanLi. Jiang Cheng estaba reacio a contestar.

— Jiang Cheng, no te oí. — dijo severa

— Mi señora, es un niño... Está bien que a veces se moleste. — comentó FengMian intentando calmar a su mujer, y esta asintió restándole importancia a la mala actitud de su hijo, el viaje fue tranquilo y silencioso.

Una vez que habían llegado a el local donde recibían a los invitados antes de la boda, Jiang Cheng seguía a sus padres en modo zombie, saludaba cuando debía hacerlo, ganándose varias sonrisas de los adultos que veían a un "niño muy educado" lo que el pequeño Jiang pensaba era que él era un "niño muy controlado" más bien. Pero bueno, son cosas de adultos.

— ¡Oh! Pero mira que grande está el pequeño Cheng. — habló una señora, que sujetaba a dos pequeños hermanitos, uno parecía que recién caminaba y la otra podría tener la edad de Jiang Cheng o tal vez más. — Todo un hombre.

— Un gusto verte nuevamente, igual mira a la pequeña Qing, — halagó ahora su mamá — es toda una señorita, no veo la hora por la que estos dos niños se conozcan más, míralos.. Se ven muy tiernos juntos.

Ambas madres pusieron un niño al lado del otro, ambos con miradas incómodas y dejando que sus mamás decidan, por ahora, su futuro.

Unos minutos después y las madres se enfocaron en sus propia burbuja, hablando de cosas de señoras, y Jiang Cheng se alejó de la niña sin siquiera despedirse o algo, solo se fue.

Cuando llegó lo que parecía el comedor, sonrió, había visto unas gelatinas en vasitos que sin duda deseaba probar y se acercó mirando a los costados que nadie lo atrape sustrayendo uno o dos vasitos de esos, Cheng rápidamente sujetó uno pero cuando iba a sujetar el segundo una mano lo detuvo jalandolo de su manga.