—Ah, ¿No? —el menor se veía confundido, repasando mentalmente si guardó todo en su mochila.

SeokJin negó con la cabeza y dejó el sartén sobre la estufa para caminar hacia su primo. El pelinegro al verlo abrió los ojos, presintiendo lo que haría.

—Ven aquí pequeñín.

Antes de que JungKook pudiera hacer algo, SeokJin ya lo tenía apretujado entre sus brazos. El alfa se removió con el intento de zafarse pero extrañamente no podía ni ejerciendo toda su fuerza.

—Que te vaya muuuuy bien, Kookie. —depositó un beso en su frente y el rostro del contrario se contrajo.

—H-hyung, es suficiente. No es necesario tanto cariño. —el rubio hizo oídos sordos y lo abrazó aún más fuerte. —¡Suficiente, hyung, suficiente!

—Bien, bien, lo siento. Vete antes de que se te haga tarde.

JungKook evitó responder: si se me hace tarde será culpa de tu abrazo de media hora. Por lo que sólo contestó: —Nos vemos hyung.

Cuando se fue, SeokJin regresó a la cocina a comer su desayuno. Agradeció internamente que su primo no se burlara por su extrema felicidad y buen humor —sin saber que JungKook grabó un vídeo para burlarse después—. Durante toda la noche su mente giraba en torno a NamJoon y a aquel beso que compartieron. No había sido su primer beso, desafortunadamente, pues si era sincero le hubiera gustado que NamJoon fuera aquella primera vez. Pero sí podía decir que fue el beso más hermoso y lleno de emociones que pudo haber experimentado. Era como si de alguna forma le hubieran inyectado una enorme dosis de serotonina y energía en todo su cuerpo. Y ver a NamJoon, escucharlo y sentir su aroma eliminaban cualquier miedo a ser lastimado. Era su lugar seguro. Y se sentía muy estúpido por haber tardado tanto en comprender que con el alfa no había nada que temer. Le alegra que, a pesar de como trató y alejó al castaño, él aún se esforzaba por acercarse. No se imagina que hubiera pasado si NamJoon se hubiera cansado de todo eso.

«Es nuestro alfa, nunca se rendiría con nosotros.» Su lobo le recordó mientras meneaba la cola. SeokJin sonrió y le dio la razón, pronunciando lentamente lo mismo, dándose el tiempo de saborear las palabras.

—Nuestro alfa. —murmuró sonriendo risueñamente, perdiéndose en su mente por un momento. Luego recordó que no debía soñar despierto ahora, debía apurarse para su cita con NamJoon. Esa frase aún parecía irreal.

Corrió a su armario y sacó sus mejores prendas, observando y realizando múltiples combinaciones hasta que encontrara la adecuada. Cuando lo hizo se apresuró a guardar nuevamente todo aquello que no ocuparía y se metió a dar un baño. Le gustaba que todos sus productos de higiene tuvieran su mismo aroma, por lo que al colocarse su shampoo y el jabón corporal su aroma a chicle se hacía notar más, y como descubrió que a NamJoon le encanta inhalar su aroma cada que puede esto sería una ventaja.

Al terminar de bañarse secó su pelo con delicadeza, al igual que su cuerpo y salió con una toalla amarrado alrededor de su cintura. Tomó su crema corporal y facial con olor a manzana y la aplicó sobre su piel. Satisfecho con su aroma, comenzó a vestirse, conteniendo la emoción que recorría cada rincón de su existencia. Puso en su cabello un poco de crema para peinar y cuando se aseguró de que su pelo estaba bien seco, empezó a peinarse, haciendo pequeñas ondulaciones en sus hebras. Al finalizar se aplicó un poco de brillo labial y se observó al espejo. No sabía a donde irían, así que esperaba que estuviera vestido adecuadamente.

Salió de su habitación y miró la hora en su celular. —Justo a tiempo. —suspiró. Caminó al sillón y se sentó, jugando con los dedos de sus manos debido a los nervios. No faltaba mucho para que NamJoon llegara.

Bubble Gum | NamJin [Omegaverse]Where stories live. Discover now