Bubble Gum | NamJin [Omegaverse]

✻ 19 ✻

Sentado en el sofá, junto con sus maletas ya preparadas, SeokJin observaba la puerta fijamente. Cada centímetro de su rostro mostraban sueño y cansancio, pero también se podía ver un poco de preocupación y confusión. Se podían apreciar unas manchas oscuras debajo de sus delicados ojos, que combinaban con la expresión de su rostro.

Imaginarse lo que pasaba por su cabeza era difícil, pues aunque su rostro reflejaba muchas emociones, sus pensamientos estaban lejos de comprenderse. SeokJin en esos momentos estaba alejado de la realidad.

JungKook apareció ruidosamente, jalando una de sus maletas y cargando la otra, soltó una pequeña maldición cuando se golpeó en el dedo del pie. SeokJin ni siquiera se molestó en girarlo a ver, su mirada seguía pegada a la puerta.

El alfa dejó sus maletas a un lado de las de SeokJin, hablando hacia el omega que claramente no le escuchaba.

—...compraré un cepillo de dientes en alguna tienda. —terminó de decir y miró a su primo, quién no decía nada. —¿Hyung?

—Sí.

El menor ladeó su cabeza. —¿Sí qué? —preguntó. —¿Me escuchaste, hyung?

—Sí.

—El cepillo sabía a escudado. —habló, esperando que su primo formara alguna expresión asqueada pero solo vio como SeokJin asentía.

—Está bien. —respondió el omega, suspirando al mismo tiempo que sus palabras salían.

—¡No me estás escuchando! —exclamó sentándose a lado de SeokJin. JungKook respiró para tranquilizarse, la expresión de su primo le preocupaba. —¿Qué sucede, hyung?

—No quiero ir al viaje. —en ese momento, SeokJin lo miró. El corazón de JungKook se presionó al ver las lágrimas asomarse en los ojos del rubio. —No me siento bien, Kook. Mi lobo... Mi lobo se pasó todos los días llorando. No me deja dormir y... —la voz de SeokJin tembló y una lágrima resbaló. —Es... Es como si mi lobo estuviera desapareciendo.

La respiración de JungKook se cortó, casi pudo sentir su corazón dejar de latir también.

—¿C-Cómo? —tartamudeó, mirando el rostro asustado del omega.

—N-no sé como describirlo... solo, puedo sentir como cada vez s-se va escondiendo más. Cada segundo que pasa, l-lo siento menos, JungKook. Tengo mucho miedo.

El silencio se instaló en la casa, ni siquiera se podían escuchar sus respiraciones. El cerebro de JungKook iba procesando cada palabra dicha por SeokJin, como si quisiera recordar algo. Algo en su cabeza hizo clic, recordando que una vez —en algún lugar y por alguna razón— leyó que los lobos pueden llegar a deprimirse, hasta el grado de ir ocultándose poco a poco, con el riesgo de desaparecer.