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Los colores del atardecer impactaban sobre los ventanales de varios edificios del centro, asombrando los ojos del joven alfa. Tenía poco tiempo de que había llegado a la ciudad y no había tenido la oportunidad de conocerla mejor, por lo que la suspensión de su última clase por la varicela que le dio a su profesor era una oportunidad para recorrer un poco.

Estaba muy acostumbrado a otro ambiente, siempre que salía a caminar se encontraba con el mar y con el fresco clima de su ciudad natal, aun no se acostumbraba a Seúl. A pesar de eso, disfrutaba lo que veía.

JungKook tuvo el pensamiento de marcarle a SeokJin para avisarle donde estaba, pero no quería arriesgarse a que le obligara a regresar a casa o a molestarlo en lo que sea que estuviera haciendo. Con las manos en los bolsillos de sus pantalones, continuó caminando sobre la acera, echando leves vistazos a las vitrinas de los locales. Fue en solo un segundo que sus ojos pararon curiosos en una tienda con una decoración urbana en su fachada. Sin saber con exactitud de que era aquella tienda, dejó que sus pies lo guiaran hacia la entrada.

Al adentrarse en esta, sus oídos captaron una agradable música, que aunque no acostumbraba a escuchar, era buena para él. Su cabeza se movía al ritmo de la música, escuchando con atención el rap de la canción, a la vez que sus ojos inspeccionaban el lugar.

Paredes llenas de grafitis y luces led, estantes con pintura chorreada ya seca pero que le daban un buen estilo. En los estantes había varios discos entre otros artículos que llamaban su atención. Sus manos no se detenían, tocaba todos los discos frente a él, leyendo los nombres de los artistas y canciones que no conocía.

­—¿Curioso? —saltó en su lugar al escuchar la voz grave detrás de él.

JungKook se dio media vuelta para ver a la persona que le habló, encontrándose con un chico pálido, ojos gatunos y cabello negro —aparte de su ropa—, no tuvo que olfatear su aroma para saber que era un alfa. El azabache le observaba sin ninguna expresión, poniendo nervioso al alfa menor.

—¿No hablas? —cuestionó con calma en su voz.

—Lo siento... —murmuró un poco apenado por quedarse pasmado. —Solo estoy dando un vistazo.

—Lo supuse, no pareces alguien que sepa de rap. —se encogió de hombros, lleno de obviedad a la situación. —¿Cuántos años tienes? ¿Vienes con algún adulto?

—¡No soy un niño! ¡Cumpliré dieciocho pronto! —se quejó indignado, preguntándose porque todo el mundo tenía que verlo como alguien pequeño. Frunció su ceño al ver una media sonrisa en el rostro contrario.

—Sigues siendo menor que yo.

—¿Cuántos años tiene usted? —preguntó curioso.

—Primero, no me hables de usted, me haces sentir viejo. Y segundo, no te conozco para decirte mi edad.

Bubble Gum | NamJin [Omegaverse]Where stories live. Discover now