Secretos (Trilogía Amor Oscuro: Libro I)

Capítulo 20

Escucho el timbre dos veces antes de que ella hable.

—Hola—cierro mis ojos al escuchar mi melodía favorito—Hola—insiste, por más que desee contestarle no lo haré— ¿Quién habla? —disfruto por un rato más el sonido de mi melodía hasta que ella decide colgar.

Aguardo el celular de nuevo, sé que pronto todo será igual que nada se interpondrá en mi camino pero mientras eso pase no puedo quedarme sin hacer nada, por supuesto que no tengo que luchar yo mismo por ambos por nuestra vida juntos, sé que ella no me recuerda pero eso no importa yo mismo haré que lo haga...

————

—Déjame vivir por favor. —Grita el hombre que tengo frente a mí —No diré nada lo prometo.

—No y no lo harás. —Les hago una señal a mis hombres para que me lo traigan—Porque yo mismo me encargare de que cierres la boca.

Antes de que pueda volver a hablar saco mi arma y le disparo en la frente, saco una toalla para limpiarme el rostro.

—Sáquenlo de aquí que no quiero verlo.

—Como ordene señor.

—Me pregunto qué te habrá hecho el pobre para morir.

—Intento amenazarme con decir la verdad delante de todos.

—Vaya, vaya así que lo mataste para silenciarlo.

—El muy imbécil quería sacarme dinero a cambio de su silencio. —Tiro la toalla en el piso—A mí nadie me amenaza y muchos menos un don nadie que no tiene más poder que yo entiendes.

—Claro, claro como tú lo digas. —Intenta acercarse a mí —Tu eres el que manda.

— ¿Qué quieres?

—Decirte que te extraño.

—No digas estupideces.

—Es la verdad. —toma mi mano—No he podido olvidarte.

—Sabes muy bien que no nunca hubo nada entre nosotros. —me zafo de su agarre—Sea lo que sea que haya pasado ya todo quedo atrás.

—Pero aun lo recuerdo.

—Fue hace muchos años. —Explico al borde del enojo—Y fuiste tú misma quien trato de enredarme.

—No digas eso.

—La única razón por la que te perdone la vida fue por la valiosa información que me brindaste de lo contrario no te habría tenido piedad. —Aclaro apartándome de ella—Creíste que podrías atarme a ti. —Rio—Fuiste demasiado estúpida al pensarlo, como sea ¿a qué viniste?

—Atraerte esto. —Veo el folder que tiene en la mano—Recuerdas que me lo pediste la última vez que hablamos.

—Exacto.

—Pues ahí lo tienes. —me lo entrega en la mano—Es el informe completo.

—Vaya, vaya. —Abro el folder para revisarlo— ¿Quién diría que fueras demasiado eficiente?

—Sabes muy bien que me gusta complacerte.

—Y es por eso que te dejo vivir.

—Y te estoy tremendamente agradecida por eso.

—De acuerdo. —Cierro el folder—Ya es momento para que te vayas.

— ¿Qué harás con eso? —me señala el folder.

—Eso es algo que a ti querida no te importa. —Le señalo la salida—Es mejor que te largues antes de que se me olvide que te he dejado vivir.

—De acuerdo.

Uno de mis hombres entra al verla salir.

—Qué hacemos con ella.

—Mátala. —Sentencio con voz firme—Ya no me sirve.

—Está bien.

—Y por favor. —pido antes de que se vaya—No dejes evidencias porque de lo contrario le harás compañía.

Asiente antes de salir.

Aguardo mi arma de nuevo, y salgo del sótano de mi casa.

—Desea algo señor. —Ofrece mi sirvienta.

—Prepárame un té.

—Como desee.

—Llévalo a mi oficina lo necesito.

—Debería de descansar un poco —me pide—O se podría enfermar.

—Tengo muchos pendientes que resolver. —Explico—Cuando todo habrá terminado podré descansar.

Me voy directo hacia mi oficina.

Tomo asiento detrás de mi escritorio, abro el folder de nuevo para revisar que este completo empiezo a leerlo detenidamente para evitar que se me escape algún detalle, trato de leerlo completo pero el sonido de la puerta abrirse me pone alerta, pero se me relajo al ver que se trata de la sirvienta.

—Aquí está su té señor.

—Gracias.

—Si no se le ofrece algo más me retirare a mi respectivo descanso.

—No se me ofrece nada más, retírate por favor.

—Hasta el día de mañana señor.

—Hasta mañana.

Espero hasta que se cierre la puerta para sacar su fotografía del cajón de mi escritorio.

Observo de nuevo su rostro, contemplando su bella sonrisa, esos labios que tanto he anhelado en mis fantasías más oscuras que se crean en mi mente con su sola imagen bien grabada en mi mente y en mi corazón algo que jamás sacare de mi porque aunque ella no lo sepa se adherido en mi piel tanto como en mis venas.

El único consuelo quetengo es que pronto estaremos juntos, sé que falta mucho pero