Capítulo 14

650 61 26
                                    

El sonido persistente del teléfono los sacó de aquel placentero sueño en el que se encontraban. Hande abrió los ojos lentamente y, tras un bostezo, alargó la mano a la mesita de noche y se incorporó en la cama.

-Mmm...—protestó.—Apaga eso Hande.—se cubrió hasta arriba con la manta.

-Ya vuelvo.—salió rápidamente de la cama y bajó a la cocina.—¡Hola mamá!—respondió a la llamada.

-¡Mi preciosa niña!—exclamó del otro lado de la línea.—¿Cómo estás cariño?—preguntó.

-Estoy genial mamá.—sujetó el teléfono con el hombro mientras preparaba la cafetera.—Realmente estoy muy bien. No podría estar mejor.—sonrío.—¿Tú cómo vas? ¿Va todo bien por Turquía?—le añadió agua al café.

-Yo estoy bien mi princesa. Todo va bien gracias a Dios.—respondió.

-Y papá, ¿cómo está?—sacó dos tazas para servir después.

-Ya sabes, a penas está en casa por el trabajo. La semana pasada compró otro terreno para poder edificar varias casas. Siempre está ocupado.—bufó un poco molesta.

-Bueno, su pasión es el trabajo y es feliz haciendo lo que le gusta. Me alegro de que todo le esté saliendo como lo tenía planeado.—le quitó hierro al asunto.

-Ya no hablemos más de ti cariño. Tengo que darte una gran sorpresa y no puedo esperar más.—dijo emocionada.

-¿Una sorpresa?—rellenó las tazas de café.—¿Qué es?—preguntó curiosa.

El timbre de la casa se hizo presente y rápidamente soltó lo que tenía entre manos para poder atender a quien había llamado.

-¡Sorpresa!—Reyyan abrió los brazos y sonrió.

-¡¿Mamá?!—la miró con sorpresa y tomó el teléfono en su mano aún sin creer lo que estaba viendo.—Pero, ¿cómo es que estás aquí? ¿No estabas en Turquía con papá?—trató de cuadrar las cosas en su mente.

-Antes que todo debemos finalizar la llamada, ¿no crees?—la colgó.—Estaba en Turquía pero decidí venir unos días para felicitarte en persona por todo lo que estás consiguiendo.—sonrío.

aún no creo que estés aquí.—siguió inmóvil frente a ella.

no piensas darle una abrazo a tú madre?—abrió los brazos y cuando la tuvo entre ellos la abrazó con cariño.—Cada día estás más hermanosa.—la miró fijamente.—¡Tengo una hija famosa!—exclamó con felicidad.

-Mamá, aunque tenga este trabajo ahora,  sigo siendo la misma. Ya lo sabes.—la abrazó también.

-Yo sé mi vida.—se separó de ella.—Bueno, ¿me dejarás pasar o me quedo aquí fuera?—se rio.

-Claro. Adelante mamá.—se hizo aún lado para que pasara y cerró la puerta tras de si.

-Que casa tan hermosa tienes. Muy digna para alguien de nuestra clase.—miró todo con detalle.

-Gracias.—sonrío.—Por cierto, ya que tú me diste esta sorpresa yo también tengo otra para ti. Estoy segura que te hará feliz también. Enseguida regreso. Ponte cómoda.—subió las escaleras rápido hasta llegar a la habitación.

Cuando abrió la puerta no pudo evitar esbozar una enorme sonrisa al ver a su novio dormido. Tenía el cabello revuelto, sus mejillas un poco coloradas por estar abrigado y su boca ligeramente abierta. Se podría pasar toda una vida observandolo dormir. Se sentó en el borde de la cama y acarició su cabello.

-Mi precioso pelirrojo.—se rio bajito.—Gato.—lo llamó con voz melódica.

-Mmm...—protestó.

Lucharé por ti 》HankerWhere stories live. Discover now