Lucharé por ti 》Hanker

Capítulo 9

-¡Kerem!—soltó un grito desgarrador.

El público no paraba de reír ante aquello, lo que hacía que Sahin se desesperara aún más. Cuando salió de aquel trance, cogió a Kerem en sus brazos y salió de aquel lugar dejando atrás miles de abucheos.

-¡Ayuda!—dijo al salir de allí.

-Tranquilo, acabo de llamar a la ambulancia y ya viene de camino.—dijo uno de los muchachos que había allí cuando se acercó a ellos.

Después de varios minutos, las sirenas de la ambulancia retumbaban por todo el lugar. Rápidamente los paramédicos salieron de ella y desplegaron una camilla. Sahin se acercó a ellos y tumbó a Kerem sobre esta para poder meterlo dentro.

-¡Es mi hijo! ¡Necesito ir con él!—se acercó a uno de ellos que le estaba poniendo el oxígeno.

-Rápido suba.—respondió.

Se subió y se sentó a su lado para poder estar con él en todo momento. Sus lágrimas salían sin control y por más que intentaba apartarlas le era imposible.

-Mi pequeño.—acarició su pelo.—Vas a ponerte bien, vas a hacerlo.—tomó su mano.—Por favor, quédate conmigo, aún nos quedan muchas cosas por hacer.—miró sus manos y una lágrima cayó sobre ellas.—Sé que nunca te lo dije pero te quiero mucho.—abrió su corazón.

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Ahmed y Hande no paraban de dar vueltas por la casa nerviosos. Aún no sabían nada de Kerem y eso los estaba matando por dentro. De repente, el móvil de ella sonó por toda la sala y lo tomó enseguida para responder.

-¡¿Sahin?! ¡¿Encontraste a Kerem?!—dijo desesperada.

-Hande.—sollozo.

Se quedó estática al oír su llanto para después percibir el sonido de una ambulancia.

-Kerem está muy grave. Vamos de camino al hospital.—explicó entre el llanto.

Ahmed se acercó a ella y al ver que no reaccionaba la sentó en el sofá y tomó su teléfono. Segundos después, se había desmayado.

-Hande.—la movió.—Hande reacciona. No me asustes.—tomó su rostro.

-¿Kerem?—abrió sus ojos lentamente.

-Por Allah, un día de estos me va a dar algo.—suspiró.—Sahin, ¿sigues ahí?—atendió la llamada.

-Si.—respondió.

-Enseguida vamos al hospital.—cortó la llamada y levantó a Hande para salir de casa.

Cuando llegaron, preguntaron en recepción pero ellos aún no lo habían hecho. Se quedaron en la entrada esperando su llegada. Hande estaba muy nerviosa y Ahmed también sólo que él trataba de calmarla lo más que podía.

La ambulancia llegó a toda velocidad y los paramédicos bajaron muy deprisa abriendo las puertas de atrás y sacando la camilla. Entraron a toda velocidad mientras que varios enfermeros le sujetaban la mascarilla del oxígeno.

-¡Joven varón con múltiples golpes, varias costillas fracturadas apunto de fracturar su pulmón izquierdo y gran contusión en el lado derecho del cráneo!—gritó uno informando el historial a las demás enfermeras.

-¡Kerem!—gritó Hande al verlo y quiso ir tras él pero Ahmed tomó su mano.

-Ahora no puedes ir con él. Se va a poner bien. Tranquila.—la calmó.

-¡Mi hijo!—entró Sahin llorando desconsoladamente.

-Ven aquí amigo.—lo envolvió en sus brazos.—Va a estar bien no te preocupes. Kerem es fuerte.—acarició su espalda para tranquilizarlo.