Capitulo 19

3.5K 389 114
                                    

Sentado en una banca, en plena noche, estaba Randy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentado en una banca, en plena noche, estaba Randy. Un vaso de café estaba en su mano, su celular aun lado reproducía una música del cantante Jagged Stone, un cantante que fue recomendando por Luka. A su espalda, se escuchaba el sonido que provocaba el agua de la fuente. La plaza de los Vosgos, uno de los lugares que mas le agradaban de París, un lugar donde podía relajarse sin muchos problemas.

Sorbio un poco de su café, exalo y observo su aliento salir de su boca por causa de este fresco clima. Era agradable, el ambiente en si era como una invitación a olvidar todo y solo centrarse en nada, incluso, el agua corriendo de la fuente detrás de el le daban un toque más mágico.

Lo dijo antes y lo volvía a decir, París era una ciudad hermosa, y aunque al principio tuvo problemas con el idioma, eso no le quitaba su amor por la ciudad.
Y por eso, sentía un poco de dolor el saber que debajo de ella, un mal se estaba cultivando.

Hawk Moth y el Hechicero, dos seres tan diferentes y tan iguales al mismo tiempo. Pero eso no podía afirmarlo, no sabía del todo las intenciones del primero, si, sabía que su plan era obtener los miraculous, pero la pregunta es.. ¿Para que?, ¿Por el poder?, ¿Para ser superior?, ¿Para gobernar?, Era difícil saber. Pero el Hechicero por otra lado, no hacía falta pensarlo mucho, el solo quería caos, terror y miedo, suman a más poder para el. Un lunático es todo su esplendor

Sorbio de nuevo su café, al punto de terminarlo, aplastó el vaso y lo arrojo hacía un bote de basura, chocando contra el borde de este y entrando sin problemas en su interior. Se recosto completamente en la banca, metió sus manos en los bolsillos, y con la música a mitad de terminar observo con aburrimiento las estrellas y la luna resplandeciente.

Pensar en ellos lo ponía intranquilo y alerta, y saber que desde el día de los héroes no ha habido actividad de ellos, empeoraba las cosas. Quizás el verdadero problema es que ya no estaba acostumbrado a esto, los días tranquilos de París se encargaron de quitarle su sentido de peligro, puesto que en Norrisville siempre era atacado por un monstruo o algún robot de McFist, y acá solo vivía los días con normalidad con sus madres, y ahora, empezaba de nuevo.

Río un poco, esto le hacía recordar un poco a sus primeros meses de ser el Ninja, pero bueno, eso es pasado, ya no es aquel chico de catorce años, ahora es un adolescente de dieciséis que estaba más relacionado con su entorno, que sabe muy bien con lo que trata, y con más experiencia a su favor, acostumbrarse de nuevo será pan comido.

Cerro los ojos, soltó un bostezo, y cuando se disponía a descansar escucho una tos proveniente de alguien sentado a su lado, curioso, podía jurar que estaba solo. Eso hizo que abriera su ojo derecho, pero cuando vio quien era, lo volvió a cerrar, sin tomarle importancia a la persona

Agarro su celular, subió al máximo el volumen de la música, y recostó su cabeza en la banca. La melodía seguía sonando, y el aire fresco de la noche se hacía cada vez más fuerte. Hizo una mueca, cuando su tranquilidad fue interrumpida por el sonido de un crujir, muy molesto. No era necesario abrir los ojos para saber de quién era.

A Ninja For The Fair LadyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora